El servicio de microblogging Twitter, una de las redes sociales más populares del mundo, no tiene planteado cerrar la cuenta del presidente estadounidense Donald Trump, sin importar que el republicano viole sus normas.

La empresa ha combatido las cuentas que violan sus normas y los tuits de Trump lo han hecho en numerosas ocasiones, sin embargo, la atención mediática que genera el presidente norteamericano producto de la asiduidad con la que tuitea, cambia su estatus.

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Además, la cuenta de Trump es atractiva desde un punto de vista comercial: sus tuits generan constantemente titulares que constituyen publicidad gratis para la empresa y podrían atraer más usuarios; aunque en los últimos meses no ha habido incremento alguno.

Ya antes de que Trump llegase a la presidencia abundaron los pedidos para que Twitter cerrase la cuenta del magnate, hechos sobre todo por activistas liberales, escritores y usuarios del servicio.

Trump, quien también usa Facebook e Instagram, tiene casi 35 millones de seguidores en Twitter.

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