Un total de 80 fosas comunes se han localizado en kamonia, en la provincia de Kasai en la República Democrática del Congo (RDC), luego de que este lunes una misión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) halló 38 nuevos cadáveres.

Anteriomente, se encontraron 31 fosas comunes en el área de Diboko y otras siete en el área de Sumbula. 

Un equipo de Naciones Unidas junto a miembros de los servicios jurídicos militares de la República Democrática del Congo (RDC) se desplegó en las áreas de Kamonia y Diboko, en la provincia de Kasai Central, para llevar a cabo una investigación.

Unos 475.000 congoleños han huido a países vecinos, según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), mientras que 30.000 se refugian en el norte de Angola.

Más de la mitad de los desplazados son niños que en ocasiones fueron separados de sus padres o reclutados por los milicianos.

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Según el Consejo de Refugiados Noruego, en mayo, durante una escalada de la violencia en la región, 8.000 personas se vieron obligadas a desplazarse.

Naciones Unidas denunció recientemente la existencia de una nueva milicia, bajo el nombre Bana Mura, creada y organizada por las autoridades congolesas para apoyar las acciones del Ejército en las tres provincias de la región de Kasai.

El 23 de junio, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó el envío urgente de un equipo de expertos independientes que investigue los crímenes cometidos en la región.

El conflicto en el Congo adquirió notoriedad internacional cuando la milicia acabó con la vida de dos expertos extranjeros de la ONU, Zaida Catalán y Michael Sharp, encontrados muertos el 28 de marzo en Kasai Central.

En agosto  de 2016, el líder de la milicia Kamuina Nsapu, fue abatido por el ejército y sus seguidores se alzaron contra el Gobierno para vengar su muerte.