El número de muertos por un alud que arrasó el pasado 22 de marzo una comunidad rural del estado de Washington subió a 33 personas el lunes, mientras aún hay más de una decena de desaparecidos, dijeron autoridades.

De las 33 muertes confirmadas, 30 personas han sido identificadas, dijo la oficina del forense del condado de Snohomish en un comunicado. Los servicios de rescate seguían buscando a los 12 desaparecidos el lunes por la mañana, aunque la cifra podría fluctuar como ha ocurrido desde el día del desastre.

Entre los desaparecidos hay tres niños - una niña de dos años y dos niños de cuatro y 14. Al menos la mitad de los desaparecidos vivían en la misma calle, Steelhead Drive, que se vio afectada por el corrimiento de tierra, dijeron autoridades.

El martes el gobernador del estado de Washington, Jay Inslee, pidió al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que proporcionará más ayuda federal al condado de Snohomish; de igual modo, le solicitó que declarará una alerta de emergencia para la zona para que los habitantes y empresas puedan acceder a programas de ayudas económicas federales.

"Las palabras no pueden describir la devastación que sufre la comunidad de Oso y el impacto que el alud sigue teniendo en Darrington, Arlington y las comunidades vecinas", escribió el gobernador.

El pasado 22 de marzo un derrumbe se llevó por delante casas y árboles y dejó bajo el lodo la zona rural alrededor de Oso, un municipio de unos 200 habitantes situado a 60 kilómetros al noroeste de Seattle, conocido como uno de los centros urbanos más importantes del país. Desde ese entonces nadie ha sido rescatado con vida de entre los escombros.