El joven atleta francés, Clément Gass, de 27 años, fue la primera persona en el mundo con deficiencia visual en completar una carrera de montaña de 26 kilómetros, gracias a la ayuda de su bastón y un sistema de geolocalización (GPS) con indicador de voz.

Ha culminado con éxito varias carreras de montaña sin precisar la ayuda de un guía, entre estas el Trail de Kochersberg (26 km) donde empleó tres horas, 43 minutos y 26 segundos y ocupó el lugar 222; sólo nueve corredores acabaron por detrás.

Además participó en el Haut Koenigsbourg (25 km) con un cronómetro total de tres horas, siete minutos y 38 segundos, para quedar en el puesto 662 de los 837 participantes que cruzaron la meta.

"Correr es parte de mi vida. Percibo los paisaje sonoros, escucho el ruido de los pájaros o el viento atravesando los árboles, siento los olores, es muy agradable", reconoce el atleta.

Gass nació con sólo un dos por ciento de visión debió a un problema en el nervio óptico. Apenas distingue sombras y algunas siluetas. Desde pequeño se interesó por el deporte. "Supe que no podría montar en bici o conducir un coche pero sí caminar o correr de forma independiente", comentó.

Sus padres se encargaron en mostrarle y enseñarlo a reconocer la montaña sin miedo, así aprendió a desenvolverse con soltura. Con 12 años se conocía todos los senderos de memoria.

Gass utiliza su teléfono inteligente colgado en el pecho como GPS y una voz sintética le indica el sendero a seguir. 

La aplicación, desarrollada por investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS) y de la Universidad de Estrasburgo. ubicada al noreste de Francia.

Dicho GPS funciona en dispositivos móviles de alto rendimiento y cuenta con brújula y un giroscopio. El itinerario debe grabarse antes de la partida y el usuario debe estar convenientemente formado.

Clement se entrenó durante varias semanas con el dispositivo. Los organizadores del TrailKochersberg no salían de su asombro al verle tomar la salida. Las indicaciones -con un flujo de 300 palabras por minuto- funcionaron a la perfección en el inicio.

"Sabía cuándo podía ir rápido, cuándo frenar para cambiar de dirección", recuerda Gass, que empleó el bastón para evitar piedras u otros obstáculos. "La clave fue la concentración para escuchar las instrucciones y los movimientos de otros corredores para no chocar con ellos", afirma.

"Fue increíble. Pude correr yo solo. Mi ceguera fue compensada por la tecnología. Me sentí tan independiente como los corredores que me rodeaban" seguro. 

La aplicación conocida como Navi Rando fue probada por primera vez en 2011 por Gerard Müller en el Camino de Santiago. En junio de 2015 fue empleada por un grupo de excursionistas ciegos durante cinco días por los bosques de Estrasburgo.

El gran reto para los desarrolladores era comprobar si sería eficaz en una carrera. "Una cosa es caminar y otra adecuar las indicaciones a mi ritmo de carrera", apunta el corredor francés.

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