La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmo este jueves la muerte de 86 personas por el brote del virus del ébola en Guinea.

Indicó además que otras seis personas han muerto en la nación vecina de Liberia y alertó sobre supuestos casos en Sierra Leona y Gambia.

El virus del ébola comenzó a expandirse en el país africano desde marzo cuando la OMS advirtió a la población sobre el brote contagioso que se contrae por consumir o entrar en contacto directo con la sangre de animales infectados como el murciélago.

Los primeros síntomas del ébola son fiebre repentina, una debilidad intensa, dolor muscular, de cabeza y de garganta, vómitos, diarreas, erupción cutánea, funciones renal y hepáticas alteradas e intensas hemorragias internas y externas.

Un habitante de Guinea, Firmin Bogon, comentó a una agencia internacional que ya ha perdido a 10 miembros de su familia a causa del virus. Bogon señaló que otros habitantes de su localidad resultaron contagiados después de trasladar el cuerpo de uno de sus familiares fallecidos por ébola.

El pasado 31 de marzo, el número de muertos por la epidemia letal subió a 70, lo que provocó temor entre la población por la enfermedad altamente contagiosa y una de las más letales del mundo.

Ese día, Senegal cerró su frontera con Guinea y varias empresas mineras extranjeras retiró a su personal extranjero de esa nación.

Al sur de Guinea, hay 82 enfermos que esperan resignados su muerte, debido a que su diagnóstico opacó sus esperanzas de vida.

La epidemia más letal de ébola de la historia fue la de Uganda en el año 2000, que causó 425 casos y 224 muertos, aunque se extendió tan rápido como lo hace en Guinea. El brote actual corresponde a la cepa Zaire y el brote actual es el quinto en incidencia de esta mutación. La cepa Zaire tuvo un fuerte impacto en 1976, con 318 casos y 280 muertos.