Enmarcada en una ceremonia con la familia real británica, la 101ª edición del Tour de Francia ciclista arrancó este sábado al mediodía en la región inglesa de Yorkshire, donde un pelotón de 198 corredores puso en marcha su ilusión de llegar con gloria a la meta final de París.

El príncipe Guillermo y su esposa Catalina, así como el príncipe Enrique, en representación de la Casa Real británica, asistieron a la salida para unirse a la fiesta del ciclismo, antes del disparo oficial que abrió la lucha por la primera victoria de etapa 'prometida' a los velocistas.

La meta está en Harrogate, tras 190,5 kilómetros en el programa de este sábado con salida desde Leeds.

Entre el fervor y el 'glamour', los corredores de la ronda gala, la carrera más prestigiosa del planeta, tuvieron su salida en el norte de Inglaterra, en la partida más occidental del Tour en toda su historia.

La misma se dio en un marco impresionante de fans del ciclismo y curiosos que llenaron de color la campiña inglesa, comparable con la pasión desatada por los británicos en la anterior salida en tierra inglesa en 2007, desde Londres.

El pelotón dio sus primeras pedaladas desde el centro de Leeds hasta la residencia Harewood House para la 'verdadera' salida de la carrera, que estuvo a cargo de los príncipes Guillermo y Enrique y la duquesa Catalina.

La pasión por el Tour se disparó estos últimos años en el Reino Unido, especialmente tras la victoria en 2012 de Bradley Wiggins, primer inglés en ganar la ronda gala. Y de hecho, incluso la reina Isabel II se interesó en el tema.

Este sábado, los príncipes y la duquesa fueron sus representantes en la salida en la región de Yorkshire, donde intercambiaron diálogos con los favoritos, Froome y Contador, cuando los 'Red Arrows', la fuerza aérea británica, hicieron su paso por un cielo más bien celeste.