El Gobierno argentino liberará a partir de octubre los precios domésticos de combustibles, que estaban regulados desde hace años, luego de la reciente recuperación del precio internacional del petróleo, anunció este lunes el ministro de Energía de esa nación, Juan José Aranguren.

Actualmente, los precios de la gasolina en Argentina surgen de un acuerdo entre el Gobierno y las empresas refinadoras, que aceptaban pagar un valor superior al internacional por el petróleo para sostener la actividad en momentos en que los precios globales estaban deprimidos.

Con la Transición a Precios Internacionales de la Industria Hidrocarburífera Argentina, los compromisos asumidos en el convenio anterior quedarán suspendidos a partir del 1 de octubre de 2017.

"Dentro de lo previsto en el acuerdo, un aumento de los precios internacionales (la cotización del petróleo superó hoy los 58 dólares) permitiría la liberación de los precios internos y de ese punto en adelante, mantener la paridad con los mismos con un funcionamiento pleno de las reglas del mercado", consideró el Ministerio de Energía.

Los valores de los carburantes se revisaban cada trimestre de acuerdo a una fórmula en la que intervenía el precio del dólar, el del crudo, y el de los biocombustibles.

Con la decisión de romper el acuerdo, el Gobierno de Mauricio Macri deja libre el precio de los combustibles, que oscilará de acuerdo a los valores del barril de petróleo que se fijen en el mercado internacional.

La medida aplica a la estatal YPF, que es la mayor petrolera del país, y a grandes firmas energéticas como Pampa Energía y a subsidiarias de Shell y Axion Energy, entre otras.