Cerca de 40 manatíes, que viven en el departamento de Santander (noreste de Colombia), están a punto de morir por el bajo nivel del agua y las escasas posibilidades que tienen de alimentarse, su sustento escasea por la sequía y las altas temperaturas.

Los campesinos de esta zona del Magdalena medio lanzaron un SOS porque temen que las vacas acuáticas, como se conoce a este animal herbívoro, desaparezcan en los próximos días.

Daniel Cano, labriego del corregimiento El Cerrito, dijo que están llevando hasta el centro de la ciénaga, en canoas de pescadores, las plantas que los manatíes no consiguen en el espejo de agua, que dramáticamente bajó de nivel como no había sucedido en los más drásticos periodos secos.

“Nos sentimos solos y casi impotentes porque ya llevamos varios días alimentando a los manatíes y nadie del Gobierno y las autoridades ambientales viene a ayudarnos”, informó Omar Chacón, otro campesino.

Pero la sequía no es el único factor que está afectando la vida de los manatíes. Según James Murillo, director de la Organización No Gubernamental, Cabildo Verde, la deforestación y la mala canalización de las quebradas que oxigenan la ciénaga han afectado el hábitat de los manatíes.

Mientras tanto, Manuel Zapata, reconocido defensor de los manatíes y conocido como ‘Morita’, dijo angustiado que está a punto de perderse el trabajo que durante más de 30 años ha liderado en la región para que los animales acuáticos no desaparezcan.

“Se han muerto muchos peces y no queremos que suceda lo mismo con los manatíes. Le imploramos al Gobierno que no nos deje solos”, pidió Zapata.

La sequía que afecta a 22 de los 32 departamentos de Colombia castiga especialmente a los de La Guajira, Bolívar, Cesar, Atlántico y Magdalena, en la costa atlántica, así como a los de Santander y Norte de Santander (este), en algunos de los cuales no llueve hace dos años.