Angola puso fin este miércoles a 38 años de Gobierno de José Eduardo Dos Santos con unas elecciones marcadas por la renuncia del longevo mandatario y la urgencia de encontrar un nuevo líder ante la grave crisis económica y social que atraviesa una de las grandes potencias petroleras del mundo.

Más de nueve millones de ciudadanos estaban llamados a participar en una histórica votación que debería marcar el comienzo de una nueva etapa en este país que, a pesar de ser el segundo productor de crudo de África, figura entre los últimos puestos del Índice de Desarrollo Humano.

Según la Comisión Electoral, el proceso electoral transcurrió con normalidad y sin incidentes significativos hasta el cierre de las urnas, previsto para las 18H00 hora local.

La jornada electoral, que comenzó a las 7H00 hora local, estuvo  bajo la mirada de unos 3.000 observadores internacionales que velan por la transparencia del proceso. Los primeros resultados se esperan el viernes.

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— Embajada Angola Esp (@EmbajadaAngola) 23 de agosto de 2017

En el poder desde la independencia de Portugal obtenida en 1975, el Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA) es favorito para volver a ganar y obtener la presidencia para su candidato, el exministro de Defensa, Joao Lourenço.

Dos Santos, que pronto cumple 75 años y tiene un delicado estado de salud, designó explícitamente a Lourenço como su sucesor, durante una reunión con sus partidarios el sábado pasado en Luanda.

Lourenço, un "apparatchik" poco carismático del MPLA, de 64 años, prometió seguir los pasos de su predecesor. "La votación se desarrolla en orden y tranquilidad", afirmó este miércoles, tras votar. "Como dice nuestro lema, voy a mejorar lo que va bien, y corregir lo que va mal", declaró anteriormente a la prensa.

Lourenço se enfrenta a su principal rival, Isaías Henrique Ngola Samakuva, cabeza del partido opositor Unión Nacional para la Total Independencia de Angola (Unita).

Crisis 

El presidente que releve a Dos Santos, tendrá que hacer frente a un país lastrado por el conflicto bélico que deja cerca de un millón de muertos y encallado desde 2013 por la bajada de los precios del petróleo, en cuya producción se basa, casi exclusivamente, su economía, ya que producto de la caída del crudo el país africano aumentó su deuda, disparando la inflación y derrumbando a su divisa nacional.

"La vida es realmente demasiado difícil" afirma Jean Domingo, de 49 años, habitante del este de la capital, desempleado desde hace seis años. "Hay que instalar en el poder a un partido que se preocupe por los angoleños, en lugar de llenarse los bolsillos".

Privatización del Estado

Según el periodista opositor Rafael Marques de Morais, la millonaria hija del presidente saliente, Isabel, es considerada la mujer más rica de África y se ha convertido en el símbolo de esta "privatización del Estado". Fue nombrada por su padre presidenta de la compañía nacional de petróleo, Sonangol.

En este contexto, los analistas apuestan por un claro retroceso electoral del régimen, que obtuvo 72 por ciento de los votos hace cinco años. Pero ello no será suficiente como para privarlo de la mayoría absoluta en el Parlamento.

El gobierno ha multiplicado las inauguraciones de puentes o embalses, y Joao Lourenço prometió "combatir la corrupción".

Dos Santos, que seguirá siendo presidente del MPLA hasta 2022, se ha asegurado el futuro al hacer votar leyes que le otorgan un amplia inmunidad judicial, y al mantener durante años toda la jerarquía del ejército y de la policía.