La destitución de la presidenta Dilma Rousseff provoca las reacciones de los analistas latinoamericanos, quienes concuerdan en que no es un golpe solamente en Brasil, es un golpe contra la democracia en América Latina.

"Michel Temer no puede ser un presidente para América Latina. No tienen ni el 2 por ciento de popularidad en Brasil", según la encuestadora Datafolha , dijo Sandino Asturias, analista político de Guatemala.

Agregó que los escenarios que se dibujan ante los ojos de Brasil son tres: el aislamiento internacional y nacional, la falta de gobernabilidad y la lucha social por recuperar la democracia y restablecer a las autoridades legítimas.

"Es importante la movilización social, rechazar a Temer a través de consignas sociales", enfatizó Asturias.

Por su parte, Stela Calloni, analista política de Argentina explicó que las medidas adoptadas por Temer "se parecen mucho al guión adoptado" por Mauricio Macri en Argentina.

"Iniciaron un efecto de demolición a través de la toma de medidas ilegales por parte de Temer. La OEA (Organización de Estados Americanos) estuvo ausente ante la ilegalidad de las decisiones" del sustituto interino Michel Temer, explicó Calloni.

Igualmente, la analista advirtió que el nuevo Gobierno interino de Brasil "va a destruir los sectores aliados al Partido de los Trabajadores (PT), a las alianzas de izquierda... Ya comenzaron con el ataque hacia Lula da Silvia".

Con respecto a la marcha de la oposición venezolana que se llevará a cabo el 1 de septiembre de 2016, Calloni aseguró que es "una amenaza golpista porque planean tomar la capital venezolana" por la fuerza.

"El golpe no es contra Brasil solamente, es contra la democracia de América Latina", señaló la analista argentina.

En relación con el asesinato del viceministro de Bolivia, Rodolfo Illanes, Calloni señaló que "el asesinato brutal del funcionario boliviano entra en el plan que se gesta en contra de la democracia".

En contexto

Michel Temer, presidente interino de Brasil, fue investido este miércoles a pesar del rechazo que manifestó el pueblo brasileño ante la destitución de la mandataria Dilma Rousseff.

Con 61 senadores a favor, y 20 en contra, en un quórum de 81 senadores, la destitución de Rousseff se concretó de forma permanente. En tanto, la mandataria brasileña no fue inhabilitada políticamente, debido a que no se obtuvieron los dos tercios (54 votos) necesarios de apoyo para la aprobación de la medida.