La renuncia del primer ministro del Líbano, Saad Hariri, es confusa y es un "juego que le salio mal" porque "era algo que se estaba preparando entre Arabia Saudita, Estados Unidos, Israel, en contra del grupo Hezbolá", afirmó el analista internacional Guadi Calvo.

Para el especialista, el "Hezbolá es la única fuerza en el Líbano capaz de sostener cualquier embate desde el exterior".

El primer ministro libanés asistió este miércoles al desfile militar para conmemorar los 74 años de la independencia del Líbano para luego sostener una reunión con el presidente Michel Aoun y hablar sobre su renuncia anunciada el pasado 4 de noviembre.

Horas después del encuentro entre Hariri y Aoun, el primer ministro volvió a aceptar su cargo temporalmente.

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El presidente Aoun no aceptaba la decisión de la renuncia anunciada por el primer ministro desde Arabia Saudita y tomó la iniciativa de sostener un encuentro luego del desfile militar para conocer el verdadero motivo de su dimisión, diálogo que fue efectivo porque Hariri aceptó nuevamente su cargo.

El pasado 4 de noviembre durante una transmisión televisiva desde Arabia Saudita, Hariri renunció alegando que podría ser asesinado y aprovechó la ocasión para atacar a Irán y al Hezbolá.

Luego de conocerse la renuncia de Hariri, varias fuerzas libanesas acusaron a Riad de obligarlo a renunciar a su cargo, acción que ha negado Hariri.