El canciller de Rusia, Sergéi Lavrov denunció este lunes que el plan de paz del presidente de Ucrania, Piotr Poroshenko, consiste en el desarme de los federalistas y su posterior eliminación.

"Durante siete días no voy a disparar, si dentro de este plazo alguien no se ha escondido no es culpa mía" señala el diplomático; quien asegura que esa estrategia no ofrecerá resultados positivos.

En ese sentido Lavrov espera que los gobiernos occidentales presionen a la administración de Poroshenko para culminar el conflicto sin más enfrentamientos armados al este de Ucrania; donde agentes de seguridad y federalistas han protagonizado numerosos ataques.

Según la perspectiva del canciller ruso las naciones europeas sólo plantean dos alternativas al gobierno ucraniano: "Ven con nosotros o quédate con Rusia". De acuerdo con esta perspectiva dichas opciones son peores que cometer un crimen.

"Los líderes de Europa ya se han dado cuenta de lo violenta que es la situación en Ucrania, pero todavía les resulta incómodo admitirlo. La Unión Europea no puede o no quiere ejercer influencia sobre Kiev y por eso se aferra al látigo de las sanciones" señaló el funcionario ruso.

En relación con este tema Lavrov señaló que Rusia no abandonará la Organización Mundial del Comercial, pero tomará medidas para defender los intereses nacionales.