Activistas sociales rinden tributo a Nelson Mandela en Nueva York
Representantes diplomáticos de Cuba y Sudáfrica que están acreditados ante Naciones Unidas, rindieron tributo al expresidente sudafricano Nelson Mandela en una iglesia de Manhattan con el objetivo de enaltecer la imagen del considerado ícono mundial de la lucha contra el apartheid.
El homenaje se realizó en la histórica Iglesia Riverside de Manhattan, al norte de Nueva York (noreste estadounidense), y fue organizado por activistas por la paz y los derechos civiles.
Las organizaciones sociales aprovecharon también para reconocer la importancia de la Revolución Cubana con la liberación de África y la derrota del apartheid.
Unas 250 personas estuvieron presentes en una de las salas de iglesia, en medio de las bajas temperaturas que azotan a la región sede de los cuartes generales de las Naciones Unidas.
El reverendo James Forbes, sostuvo al inaugurar el encuentro, que el espíritu de Mandela está acompañándolos en cada viaje eterno de la lucha por la libertad y la justicia.
Por su parte, el activista Ike Nahem, uno de los anfitriones de la velada, llamó a mantener en la memoria al primer presidente negro de Sudáfrica “más allá de las superficialidades de la gran prensa y de algunos políticos a la hora de citarlo”.
De igual modo, el representante permanente de Sudáfrica ante Naciones Unidas, Jeremiah Nyamane Mamabolo, expresó su agradecimiento por el tributo al ícono antirracista. Al mismo tiempo, resaltó su legado para las generaciones presentes y futuras.
En el marco del homenaje, se leyó un discurso pronunciado por Mandela en la ciudad cubana de Matanzas (norte), el 26 de julio de 1991, cuando recibió la Orden José Martí de manos del líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro.
Asimismo, la presidenta del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, Kenia Serrano, envió un mensaje y fue difundido en medio del homenaje.
El líder sudafricano falleció el 5 de diciembre, luego de haber estado en estos últimos meses convaleciente por un cuadro de neumonía que lo llevó a estar en el hospital en varias oportunidades. El premio Nobel de la Paz permaneció 18 días en un centro médico por la misma causa y además fue operado de cálculos en la vesícula.
En sus últimos años Mandela vivió entre Johannesburgo y Qunu (sur), donde pasó su infancia, bajo vigilancia médica.