El alto nivel de migración de niños y niñas no acompañadas provenientes de Centroamérica en los EE.UU. y que pasaron por México es una preocupación para la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Estas declaraciones las dió en México el oficial de Protección, José Francisco Sieber, durante el foro nacional sobre personas migrantes centroamericanas en detención, en el que explicó además que se están concentrando esfuerzos en asegurar mecanismos que permitan identificar en este flujo migratorio “quienes son niños, niñas, adultos y familias que podrían ser considerados como refugidos”.

Otra situación que a juicio de Sieber preocupa hoy es lo que se acordó llamar el triángulo norte de América Central en el que entran países como Honduras con altos índices de homicidios, Guatemala y El Salvador.

Destacó que ante estas situaciones en las que los ciudadanos se ven amenazados en su país de origen se producen estas migraciones en masa buscando protección afuera, por lo cual México se ha destacado en ofrecer mecanismos como los procedimientos administrativos que les permite solicitar al Estado la condición de refugiados.

Distintos entes en México colaboran con la misión de la Acnur para garantizar los derechos humanos de los refugiados tales como la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), el Sistema de Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y el Instituto Nacional de Migración, destacó el funcionario.

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados fue establecida el 14 de diciembre de 1950. La agencia tiene el mandato de dirigir y coordinar la acción internacional para garantizar que todos los refugiados puedan tener el derecho de solicitar asilo en el país que lo recibe o garantizar la repatriación voluntaria a su país de origen en condiciones dignas.