Un lunes 2 de diciembre de 2002 se produjo en Venezuela un desmesurado sabotaje petrolero que además sumergió al país en una nefasta paralización, el cual fue auspiciado por sectores opositores al presidente Hugo Chávez, con el fin de separarle del poder por medio de un golpe de Estado económico.

Las fuerzas más reaccionarias de la oposición impulsaron y materializaron el sabotaje en el sector operativo de Petróleos de Venezuela (PDVSA), con el objetivo férreo de presionar la salida del presidente Hugo Chávez de la jefatura del Estado.

Fallecidos, heridos, desempleados y pérdidas a la nación por casi 20 mil millones de dólares fue el resultado de aquella acción, no obstante, cuando ya se cumplen 12 años de aquel hecho, la economía de Venezuela se ha recuperado y muestra notorio crecimiento en la actualidad, a pesar de la crisis mundial.

Después de más de 60 días de acciones desestabilizadoras, la oposición salió derrotada y el país sufrió las consecuencias de aquel sabotaje petrolero.