Universal y bohemio, con una pluma exquisita y una capacidad magistral para imponerle vigor a su narrativa desde el minimalismo y la sugerencia, Ernest Hemingway (1899-1961) logró convertirse en un de los escritores más reconocidos del siglo XX y, quizás, de toda la historia de la literatura universal.

El autor de obras trascendentales como El viejo y el mar, Por quién doblan las campanas o Adiós a las armas nació el 21 de julio de 1899 en Oak Park, en el estado norteamericano de Illinois para convertirse en una de las mejores voces a la hora de retrarar la primera mitad del siglo XX, tanto por medio de sus trabajos periodísticos como por sus obras de ficción, que le hicieron ganar en 1954 el Premio Nobel de Literatura. 

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A 116 años de su natalicio, teleSUR propone alguna de las mejores frases del reconocido escritor, amante de los toros y de la aventura, que se enamoró de las costas de Cuba y de la pesca de la aguja, y dijo sentir pavor ante la hoja en blanco. 

Muerte en la tarde (1932): 

“La gente buena, si se piensa un poco en ello, ha sido siempre gente alegre.”

“Las nieves del Kilimanjaro” (1936)

“El talento consiste en cómo vive uno la vida.”

“Había amado demasiado, pedido muchísimo y acabado con todo.”

Por quién doblan las campanas (1940):

“El hombre que ha empezado a vivir más seriamente por dentro, empieza a vivir más sencillamente por fuera.” 

“El mundo es un buen lugar por el que vale la pena luchar.”

“Podía sentir los latidos de su corazón golpeando contra el suelo, cubierto de agujas de pino.”

El viejo y el mar (1952)

“El hombre no está hecho para la derrota. Un hombre puede ser destruido, pero no derrotado.”

“La mar, como la nombra la gente que la ama, como mujer. A veces los que la aman hablan mal de ella, pero siempre como si fuera mujer. El viejo siempre la veía como algo femenino, que concede o niega grandes favores; si hacia cosas malignas o tremendas era porque no lo podía evitar, la luna la afecta como si fuera mujer, pensaba.”

“Cada día es un nuevo día. Es mejor tener suerte. Pero yo prefiero ser exacto. Luego, cuando venga la suerte, estaré dispuesto.”

París era una fiesta (1964)

“Si tienes la suerte de haber vivido en París cuando joven, luego París te acompañará vayas donde vayas, todo el resto de tu vida.”

”Comíamos bien y barato, bebíamos bien y barato, y juntos dormíamos bien y con calor, y nos queríamos.”

“(...) ya había descubierto que todo, lo bueno y lo malo, deja un vacío cuando se interrumpe. Pero si se trata de algo malo, el vacío va llenándose por sí solo. Mientras que el vacío de algo bueno sólo puede llenarse descubriendo algo mejor (...)”.

El jardín del Edén (1986)

“La felicidad es la cosa más rara que conozco en la gente inteligente.”

“La cosa más espantosa, es una hoja de papel en blanco.”