El 1° de julio de 1876 murió el político ruso Mijaíl Bakunin. Fue autor de una voluminosa obra entre las que destacaron El llamamiento a los eslavos, El catecismo revolucionario y El Estado y la anarquía.

Bakunin cursó estudios en la academia militar de San Petersburgo, pero en 1835 abandonó el Ejército y se interesó por la filosofía, especialmente por la obra de los alemanes Johann Fichte y Georg Friedrich Hegel.

A partir de 1840 viajó por el occidente europeo y conoció la obra del filósofo materialista alemán Ludwig Feuerbach, la del pensador socialista francés Charles Fourier y la del también francés Pierre Joseph Proudhon. 

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Participó activamente en las revoluciones de 1848 en París y Alemania. Un año después fue detenido en Dresde y condenado a muerte, pero le levantaron la pena y lo entregaron a los rusos. Permaneció encarcelado varios años y luego lo enviaron a Siberia en 1855. Una vez en ese lugar, escapó y arribó a Inglaterra en 1861. Sus últimos años los pasó en Suiza en medio la miseria y planeando conspiraciones.

Cinco frases de Mijaíl Bakunin

1. "La religión es demencia colectiva".

2. "La moral divina es la negación absoluta de la moral humana".

3. "Yo soy libre solamente en la medida en que reconozco la humanidad y respeto la libertad de todos los hombres que me rodean".

4. "La libertad no puede ser realizada más que en sociedad y solo en la más estrecha igualdad y solidaridad de cada uno con todos".

5. "Buscar mi felicidad en la felicidad de los otros, mi dignidad en la dignidad de los que me rodean, ser libre en la libertad de los otros, tal es todo mi credo, la aspiración de toda mi vida". 

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