10 días fueron suficientes para que 75.000 espectadores convirtieran caracas en una ciudad de cine.
 
La primera edición del festival de cine de caracas ha nacido alejada del glamour y de la alfombra roja y, por el contrario, se ha propuesto devolver a la ciudad 10 salas de cine que habían sido condenadas al olvido durante décadas. Hoy se vistieron de presente y de cine latinoamericano centrado en leer sus propios procesos sociales y preocupado por la construcción colectiva. La oferta cultural, además de las 81 películas en competencia, incluía talleres, conciertos y cine bajo las estrellas que sirvió de escenario romántico para el reencuentro de los caraqueños y caraqueñas con sus espacios públicos. 
 
El festival debe entenderse en el marco del plan estratégico metropolitano que aspira, antes del 2020, transformar y acondicionar la ciudad para que el ocio y los encuentros sociales puedan darse en espacios dignos e incluyentes; espacios que  parecían irremediablemente ocupados por centros comerciales monopolizadores de la oferta recreativa de la población caraqueña y sus visitantes y que, durante los últimos 15 años, estan siendo recuperados.
  
Y entre todos ellos, especial mención para el cine bolívar. Diseñado por el arquitecto alejandro chataing,  inaugurado el 3 de noviembre de 1917 con el nombre de teatro princesa, reconvertido en el teatro rialto en 1943 y devuelto a la comunidad en 2014.  Anfitrión de lujo del estreno en venezuela del film casablanca en abril de 1943 y olvidado como espacio público desde los años ochenta, vuelve a brillar ahora como referente de la tradición cinematográfica nacional. 
 
Caminos paralelos parecen seguir el majestuoso cine bolívar y el más humilde cine teatro catia. Ubicado en mi parroquia natal, referencia de sucre, mi tia abuela fue testigo de su esplendor. Los más jóvenes sólo lo conocíamos por ser el depósito de almacenes de la av. España. 
 
El ente rector del cine teatro catia, en las personas de ricardo noguera y aida pisano de fundarte, organizaron un encuentro con francisco aguana, cronista comunal que se ha propuesto reconstruir la historia fundacional de las comunidades y recuperar sus referentes. Francisco, satisfecho de su labor, nos explicó como el teatro fue uno de los lugares más importantes de su infancia y juventud; en sus butacas se pudo disfrutar de las películas del mítico santo el enmascarado y ver desfilar a estrelas del espectáculo como sara montiel, daniel santos y benny moré. Todo ello acontecía durante el pasado de oro de la parroquia sucre en los años 40,  cuando catia era un importante eje comercial por ser puerta de entrada del puerto de la guaira. 
  
Actualmente catia alberga 398.055 habitantes y las autoridades municipales intentan dar respuesta a las necesidades de la población. Es así como la parroquia que me vio nacer -esa catia de antaño que vive en los relatos de mis padres y abuelos- confía que las nuevas generaciones tomen el relevo y conviertan el cine teatro catia en un espacio que podamos dejar orgullosos a nuestros nietos. Quizás las épocas de esplendor no regresen, los tiempos son otros y las necesidades también. Que el proyecto del cine teatro catia nos marque el camino!

Datos de interés

catia forma parte de la parroquia sucre del municipio libertador.

La parroquia sucre ocupa 59,30 km2 y alberga 398.055. Segun el registro de 2011 de la alcaldia metropolitana.

El municipio libertador hasta 2011 tenía una poblacion de 2.104.000 personas.