La reciente divulgación en el programa “Con el Mazo Dando” de una conversación telefónica entre el empresario Lorenzo Mendoza y el economista Ricardo Haussman donde aseguran haber adelantado conversaciones para una préstamo de 50 mil millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha removido viejas heridas en la clase obrera, entandamos el porqué.
Es política del FMI aplicar medidas económicas en contra de la masa trabajadora. Los prestamos son concedidos a cambio del sacrifico colectivo del proletariado a quienes se les disminuyen los salarios, se les despide, y se les precariza el trabajo al pasar de una estabilidad laboral a ser un trabajador temporero, sin vacaciones ni prestaciones algunas. 
Está claro que la legislación venezolana legada por Chávez no permite tomar ese tipo de medidas, sin embargo recordemos que desde la asamblea nacional se pudiera modificar la constitución y las leyes para permitirlo. 
La clase obrera es quién pagará nuevamente con sus salarios, sus vacaciones, sus prestaciones y su estabilidad en caso de que la derecha logre la mayoría necesaria en la A.N así como ocurrió en los años 90 en nuestro país y así como se vive en países europeos como España y Grecia. 

Salgamos a votar en masa por los candidatos de la alianza estratégica, informemos a quienes todavía dudan y recordémosle que solo en revolución se protege el derecho al trabajo.