Lo que está pasando actualmente en la realidad de una violencia desbordante en nuestra sociedad, lleva consigo la pérdida de valores, del respeto al prójimo al respeto de la autoridad , al bien jurídico protegido que es la vida humana, y el deterioro y daño a la propiedad pública y privada.

Es preocuparte que de las 100 ciudades más violentas del mundo , 25 de ellos estén en nuestra América Latina , es el caso de Río de Janeiro , Salvador de Bahía , Cali , Tegucigalpa , San Pedro Zula, Ciudad Juárez , en fin , pero lo que realmente hay en el fondo de este problema.

Pues no hay una verdadera política criminal en los países de la región , una verdadera voluntad política , y la coordinación entre el Poder Judicial , la Fiscalía , la Policía Nacional , el déficit de policías  y de comisarias , la especialización en la investigación criminal es limitada por  parte de este ente . Luego  pasa con los déficit de jueces , fiscales para una población que crece y se desborda.

Otro problema de fondo son el trabajo coordinado cono los  padres de familia, en las escuelas , la falta de psicólogos y psiquiatras en las escuelas publicas, es decir todo un problema que se juntan en que esta plaga de violencia se acreciente y gane terreno. La corrupción`n que está enquistada en las instituciones también es otro problema por resolver. Pero yo me pregunto sino hay voluntad política por parte del Poder Ejecutivo entonces no habría un plan piloto de solución ni a corto , mediano ni largo plazo en la solución de este flagelo.

Otro punto importante es la  traba burocrática por parte de los  Ministerios de Economía de la región , de ellos dependen que se asignen la partida presupuestaria para la construcción de comisarias , el de comprar armas, patrulleros , infraestructura , el de dotar de más presupuesto al Ministerio del Interior, etc.

Es por ello que este tema de la inseguridad ciudadana toma matices de preocupación , Sino le damos solución integral que por anos y décadas no se han hecho o ejecutado , entonces seguiremos en este problema. El Estado tiene la última palabra, más hechos y no demagogia , más acción conjunta y menos palabrería, más inteligencia en la policía y menos burocracia estatal.