No se puede subestimar al oposicionismo atrincherado en la autodisuelta Asamblea Nacional (AN) de la República Bolivariana de Venezuela, porque tanto  éste, como la cúpula empresarial de Fedecámaras-Venamcham y los burgueses drogadictos con dinero que juegan al extremismo terrorista, todos ellos  acatan, con suma obediencia, las órdenes emanadas del gobierno que preside el endorracista presidente del gobierno estadounidense.

Este personaje residente temporal de la Casa Blanca es un ser que se ha formado para la muerte en función de todo lo que sea “ario” o puro de raza puritana caucásica, así como lo son todos los negros blanqueados que reniegan de su propia raza o color de piel, porque esta es una peligrosa patología psíquica que lleva a este tipo de personas a odiar sin freno y asesinar sin piedad, como una forma de evadirse de lo que ellos son, causando daño a los demás, mientras se odian a sí mismos, en la medida en que alcanzan notoriedad social, como fue el caso de Michael Jackson y ahora se refleja en Barack Husseín Obama.

Este tipo de patología humana, producto de la alienación cultural y social, lleva  a este tipo de sujetos a esconderse en conceptos y valores en los que no creen, pero que los refugian y disfrazan sus taras, con constructos tales como el orden mundial, el gran gendarme, el  reparador de entuertos y remiendavirgos, entre otras cualidades sobrehumanas, que lo han llevado a cometer asesinatos en masa (genocidio), sin que le tiemble un músculo de la cara, pero lloran como una verónica al ver una película de ciencia ficción, como Superman, Batman o cualquier otra invención mitagógica del cine hollywoodense.

Lo que pasa con los personajes de este perfil psicológico es que tienen poder de fuego y tienen cómo hacer mucho daño antes de irse al basurero de la historia, tal y como está sucediendo con Barack Husseín Obama, quien está empeñado en derrocar al Presidente Nicolás Maduro, luego de que asesinando con nanoarmas al Comandante Hugo Chávez, no pudo desaparecer su legado y no ha podido doblegar al Presidente Nicolás Maduro, a pesar de que contra el actual mandatario venezolano han experimentado y aplicado toda una batería de ataques sin poder derrocarlo, lo que, ahora, con la experiencia de derrotas y del primer triunfo obtenido en diciembre pasado sobre la base de la guerra económica, ahora se aprestan a rematar y consumar el golpe de Estado en progreso, sin detenerse en minucias como la verdad o el respeto por la vida de nadie.

Es así, como a poco tiempo de terminar el período en  la Casa Blanca, el endorracista quiere llenarse de gloria con su gentilicio de blancos del que se siente en débito siempre, sobre la base de la sangre de venezolanos que están dispuestos a derramarla o hacer que los otros la derramen  por la suya, en defensa de Nicolás Maduro, en defensa de la Patria y en defensa del legado chavista.

Es, entre otras acciones que no saltan a la vista, que el ex diputado lacayo que lidera la rebelión contra la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) y contra las instituciones del Estado, que se ha ceñido a un libreto de aparentes alardes e incoherencias, que no teniendo el resultado que muchos suponen, estasacciones son una seguidilla peligrosa de pasos que justifican mediáticamente la mentira, sobre la base del poder disuasivo y persuasivo de los medios, la ignorancia aprendida y la amnesia colectiva, acicates de los que se valen para la guerra de cuarta generación que nos están aplicando en Venezuela.

Así, tuvimos por ejemplo, que desde el pasado cinco de enero, el presidente de la autodisuelta AN arrancó su discurso y su accionar en  nada parlamentario, denostando de la CRBV, atacando y desconociendo a los demás poderes constituidos, concertando para delinquir con su camarilla de diputados y otros personeros externos, como Luis Almagro, aplicando agavillamiento y acoso contra las figuras  femeninas y miembros del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y del Consejo Nacional  Electoral  (CNE), manteniendo el desacato contra las disposiciones del TSJ, hasta llegar al  desquiciamiento de pretender destituir a magistrados, a rectores del CNEy  al Presidente Nicolás Maduro, al autoerigirse estos exdiputados golpistas en suprapoder y gobierno parlamentario.

Todo lo anterior expuesto, está acompañado de una agenda de violencia y muerte, que pretenden reeditar esta última semana, porque no importa la verdad, ni la institucionalidad, para quienes pretenden arrebatarse el poder político para su beneficio propio y al servicio imperial.

Ante esta amenaza que ya avanzó a más agresiones y a la pretensión de desinstitucionalización, el Presidente Nicolás Maduro está obligado a convocar un Consejo de Defensa Nacional,de donde hemos de esperar la restitución del orden parlamentario, lo que significa que el TSJ está facultado y obligado constitucionalmente a declarar la autodisolución de la AN por parte de esa mayoría insurrecta que el domingo pasado llamó a rebelión, para que estos golpistas sean procesados judicialmente, de acuerdo con sus niveles y grados de responsabilidad en esta conjura y en donde el TSJ  instruya al CNE para que este organismo llame a elecciones de los cargos vacantes de diputados que puedan continuar el período junto con los diputados patriotas que no se prestaron para este golpe de Estado parlamentario, sino que lo enfrentaron en el marco constitucional.

Sólo restituyendo el orden constitucional quebrantado en la AN, los que apostamos por la vida y por la paz, podremos impedir que el genocida endorracista se vaya de la Casa Blanca sin tumbar a Maduro y sin asesinar más gente. Y así, será.

Prof. Luis Pino

@l2pino2