Más de mil menores secuestrados por Boko Haram desde 2013
Más de mil menores de edad han sido secuestrados por el grupo terrorista Boko Haram desde 2013 en Nigeria, incluidas las niñas de Chibok (2014), explicó a Europa Press el representante adjunto del Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef, por su sigla en Inglés) de ese país, Isiye Ndombi.
"Los derechos de numerosos niños y niñas se han visto gravemente violados durante el conflicto en curso en el noreste de Nigeria (...) muchos han sido reclutados, raptados o detenidos por Boko Haram", agregó.
Cuatro años del secuestro de las niñas de Chibok
Hace cuatro años un grupo de hombres vestidos de militares nigerianos secuestraron a 276 niñas de la escuela de Chibok en el estado de Borno, Nigeria. Los hombres pertenecían al grupo terrorista Boko Haram, quien busca establecer un Estado islámico fundamentado en la ley de la Sharia.
Boko Haram se traduce en lengua hausa como “La educación occidental es pecado”. El grupo lleva a cabo acciones armadas en contra de sus oponentes con el fin de implementar su régimen en los lugares que administra, haciendo vida armada principalmente en el norte de Nigeria, aunque tienen una presencia importante también en Chad y Camerún.
La agresión en contra de las jóvenes secuestradas era constante
Algunas jóvenes luego de haber sido liberadas o de haberse fugado reportaron agresiones sexuales, verbales y físicas. Además, constantemente eran amenazadas con ser asesinadas si no se convertían al islam o si desobedecían las órdenes de sus captores. Varias de ellas tuvieron en cautividad hijos de los radicales con los cuales se les obligaba a casarse.
Esporádicamente salen a la luz videos filmados por los integrantes del grupo donde se muestran a algunas jóvenes secuestradas, algunas de ellas con niños en sus manos.
A partir de negociaciones, algunas jóvenes han sido liberadas, sin embargo, se conoce que existen al menos 113 desaparecidas y poca información se tiene sobre ellas.
La vida después de la liberación no ha sido sido fácil para ellas
Algunas jóvenes liberadas o que se han fugado de las manos del grupo extremista han sido estigmatizadas. Usualmente, los habitantes de la localidad donde retornan las rechazan puesto que conllevan una descendencia de hombres de este grupo radical. Muchas de ellas deben llevar con sufrimiento el peso de su pasado.
Entre las liberadas, muchas de ellas se encuentran bajo intervención psicosocial con el fin de lograr su reinserción a la comunidad y reciben educación formal para consolidar su futuro luego de haber sido sujetas a situaciones traumáticas. Asimismo, participan de programas recreativos para mejorar su salud mental.
El pasado mes de febrero, 111 niñas entre 11 y 19 años de edad fueron secuestradas en la escuela de Dapchi ubicada en el norte del país. Un mes después, liberaron a 101 de ellas, mientras que cinco de ellas fueron asesinadas en el ataque y otra permanecía en cautividad.