¿Por qué sectores sociales de Chile piden la renuncia de Piñera?
Las manifestaciones en rechazo al actual gobierno impulsaron un plebiscito para convocar a una Convención Constituyente.
El 18 de octubre de 2019 estalló una crisis política y social en Chile acompañada de masivas manifestaciones y disturbios que se han extendido a todas la regiones del país. La rebelión popular se originó debido a las injusticias políticas y sociales del gobierno de Sebastián Piñera quien lidera el país desde el 2018.
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Las manifestaciones en rechazo al actual gobierno han impulsado un plebiscito para convocar a una Convención Constituyente y promulgar una nueva Carta Magna. De esa forma el país busca la construcción de una sociedad mejor, pues hasta la actualidad la nación aún cuenta con leyes e instituciones creadas durante la dictadura militar de Pinochet (1973-1990).
Ha transcurrido un año desde el estallido social y continúan las expresiones de rechazo popular contra el actual gobierno y su gestión política. Ha habido un gran rechazo a la decisión del presidente Piñera de impugnar ante el Tribunal Constitucional (TC) una reforma para abordar el proyecto del segundo retiro del 10 por ciento del fondo de pensiones.
#CUTenlaPrensa | Para la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa (@Barbara_figue), las movilizaciones están justificadas tomando en cuenta la indolencia de Ignacio Briones en cuanto a un petitorio "absolutamente prudente". https://t.co/D8RL5Jul4T
— CUT Chile (@Cutchile) December 16, 2020
Otro motivo del descontento ha sido el incumplimiento del gobierno con el sector médico sobre compromisos establecidos relacionados, por ejemplo, con exigencias salariales para el gremio, inversión en equipamiento de bioseguridad frente al desafío que ha impuesto la pandemia de Covid-19.
Una de las organizaciones sociales que ha manifestado su respaldo a los manifestantes, ha sido Central Unitaria de Trabajadores Chilenos (CUT) mediante el apoyo que ha brindado a la campaña por la liberación de los presos políticos que han sido acusados de desorden público desde que se generó la crisis en el país.
El nombre de la campaña nacional es “Libres los queremos”, impulsada por la Agrupación de Familiares y Amigos de Prisioneros Políticos Guacolda, Agrupación de Familiares de Presos Políticos Santiago 1, Grupo Iniciativa para la Libertad de las y los Presos Políticos, entre otras organizaciones sindicales del mundo.
El pasado 10 de diciembre la Confederación Sindical de las Trabajadoras y Trabajadores de las Américas (CSA) que representa a más de 55 millones de trabajadores, envió una carta al presidente chileno.
En dicha misiva la CSA expresó su profunda preocupación por la situación de los jóvenes detenidos y procesados en el marco de la revuelta social, que cumplen ya un largo período de prisión preventina sin tener resultados de sus procesos o han sido condenados a penas desproporcionadas.
La organización sindical agregó que la situación empeora debido a la decisión del gobierno de invocar la Ley de Seguridad Interior del Estado en estos casos, lo que implica penas aún mayores y con ello la justificación para mantener medidas cautelares extremas, incluso si los acusados no presentan antecedentes penales.
Este lunes el presidente Sebastián Piñera rechazó un proyecto de ley para indultar a los llamados “presos del estallido” y aseguró que los vetará. El proyecto fue presentado por la presidenta del Senado, Adriana Muñoz y otros cuatro senadores de los partidos Socialista, Progresista, Revolución Democrática y Democracia Cristiana.
La autoridad refirió que los presos políticos se encuentran privados de libertad por “graves delitos que un grupo de senadores intenta indultar” y que se encuentran encarcelados “no por decisión del gobierno sino de los tribunales de justicia”, pero pese a las múltiples peticiones de organizaciones sociales al ejecutivo para que los libere, los prisioneros continúan encarcelados.
Piñera precisó que “todos los ciudadanos tienen derecho a manifestarse pacíficamente”, sin embargo las protestas y manifestaciones han sido duramente reprimidas por los carabineros, quienes han lanzado gases lacrimógenos y han provocado graves lesiones a manifestantes, entre ellas la pérdida, en algunos casos, de sus ojos.