El más reciente informe del Fondo Monetario Internacional “Perspectivas económicas Globales de Invierno” estima un crecimiento para España en los próximos dos años. En cuanto al Producto Interior Bruto (PIB) del año pasado sitúa un crecimiento del 3,2 por ciento. Y para el próximo, el avance también mejora una décima, hasta el 2,3 por ciento. ¿Será que estas perspectivas económicas son reales, considerando la actual crisis europea?

La crisis económica mundial que comenzó en el año 2008 fue originada en los Estados Unidos con una crisis financiera que data de 2007, a raíz del colapso de la banca estadounidense que ocasionó la insolvencia bancaria y que se extendió hasta la esfera estatal, desencadenando un complejo escenario económico para Grecia, Portugal, España y otros países que conforman la zona euro.

Inmediatamente los “establishments” políticos y financieros europeos implementaron políticas de recortes como única solución viable para recuperar la economía europea aún por encima del bienestar de su población.

Entre estas medidas impuestas por la Troika (Fondo Monetario Internacional, Comisión Europea, Banco Central Europeo) se encuentran:

- Reducciones de gasto y alza de impuestos

- Reducciones en los sueldos y pensiones

- Recortes sociales en la educación y sanidad

A partir de estas directrices que van en detrimento del bienestar de los ciudadanos ¿Será cierto que se recuperará la economía europea?

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Grecia, uno de los países más afectados por la crisis no termina de salir a flote pues registró uno de los índices más altos de las tasas de desempleo con un 25 por ciento en julio de 2015. A pesar de cumplir con las medidas como los recortes salariales y de pensiones aún continúa sumida en recesión, con controles a las entradas y salidas de capitales y haciendo esfuerzos para cumplir con las difíciles metas fiscales establecidas en la denominada “Troika”. 

De acuerdo a los cálculos de la Federación de Empresas Griegas, publicados al cerrar 2015, el Gobierno heleno necesita inversiones en más de 100 mil millones de euros (aproximadamente 109 mil millones de dólares) hasta el año 2022 para equilibrar su economía.

España, por su parte, registró un desempleo de 21.6 por ciento en el último año, mientras que sus índices de productividad y deuda reflejan que su economía aún es vulnerable. Pese a las medidasimpuestas por el entonces presidente español José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011) como la reducción del gasto público y el aumento de los ingresos vía impuestos y tasas, España no ha podido rebajar su déficit público, posee un PIB estancado por falta de empleo y una deuda pública que sobrepasa los 300 mil millones de euros (aproximadamente 327 mil millones de dólares).

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Portugal, en pleno escenario electoral, es otro de los países con estancamiento económico por el declive de las industrias sumado a la corrupción estatal. Desde 2011 se convirtió en el tercer país que tuvo que acceder a las presiones de la Troika con un plan de “rescate” de 78 mil millones de euros (85 mil millones de dólares aproximadamente) para evitar la bancarrota.

Los impuestos pasaron del 33,4 por ciento en 2009 al 37,1 por ciento en 2014, sumado a la baja de salarios y subida del IVA. Aunque creció un poco su economía en 2014, todavía se mantiene una situación de crisis.

Entre los retos que tendrá el próximo gobernante será el de continuar o no con los recortes, la emigración de los jóvenes, el envejecimiento de la población, y la burocracia en la administración pública.

Estos tres países son un claro ejemplo de hasta dónde los mencionados “establishments” políticos y económicos imponen un sistema que está en contra del bienestar y calidad de vida de su pueblo. A casi 6 años de los recortes y reformas, el resultado visible la desigualdad, hay más pobres cargando el peso de sus gobernantes.

¿Puede avanzar Europa con estas medidas? ¿Podemos confiar entonces en el informe del FMI o forma parte de otro show mediático de sus instituciones para promocionar el modelo neoliberal y las políticas de recortes? El tiempo lo dirá.