Desde el circo de la derecha criolla han sacado ahora un nuevo Comodín. Más bien un bufón, un títere ambulante para que ejerza el oficio de teatrero, con mucho drama y cara de tragedia, frente a las cámaras de los medios de comunicación mundial. Gritar duro, histéricamente, y rasgarse las vestiduras, es el único papel que tendrá Felipe González en esta nueva obra. Desde el punto de vista legal, moral y político no tiene rol alguno que ejercer en la supuesta defensa del asesino de Ramo Verde, Leopoldo López, y del resto de los cobardes golpistas, que en la ejecución de sus acciones violentas (La Salida) generaron docenas de muertos y heridos, e infinidad de actos terroristas.Ahora se presentan como impolutos políticos, angelitos y niños de pecho, ajenos a la agenda violenta que quisieron imponerle al país.

Felipe González no es cualquier personaje. Es un operador político profesional. Experto en construir escenarios y hacer lobbies. Es perfecto para la estrategia de la derecha fascista criolla, que busca librarse por cualquier vía de los juicios por sus crímenes violentos.

Este actor es responsable, como Secretario General del Partido Socialista Obrero Español (1974-1997), de convertir a este partido de un movimiento de la Clase Obrera, socialista marxista a derivar en un remedo socialdemócrata, apologista del libre mercado y del neoliberalismo, un partido clientelar y un antro de corrupción.

Como presidente del Gobierno español (1982-1996), y siguiendo la impronta neoliberal, dirigió la “Reconversión Industrial” entre cuyas tareas se esmeró en “cerrar, liquidar o privatizar todas las empresas estatales”, aplicar severas “políticas de austeridad” como el "Plan de empleo juvenil" (denominado "contratos basura" con escasa remuneración y sin derecho a prestaciones sociales, igual a lo que copió y propone como suyo Primero Justicia), la eliminación de beneficios del sistema de seguridad social para “ahorrar en el gasto público”, entre otros.

 No sabemos si esta declaración es una reminiscencia del pasado colonialista del Reino de España

A partir del año 2.000, pasó a convertirse en “asesor”, presidiendo el Consejo Progreso Global (ThinkTank del PSOE) y en 2001 fundó la “rendidora” empresa IALCON Consultoría S.L., dedicada a prestar servicios de”asesoramiento”. Pudiera ser que de allí salga su contrato de actuación, anunciado con bombos y platillos elpasado23 de marzo, cuando declaró que se uniría a la defensa de Leopoldo López y Antonio Ledezma en los tribunales venezolanos. No sabemos si esta declaración es una reminiscencia del pasado colonialista del Reino de España,donde Felipe González desea recrearse como Capitán General de Venezuela, para ser juez y ley suprema por encima de nuestra Constitución,para así liberar de facto a los terroristas presos. Para superar el lapsus, le recordamos a Felipe González que El Libertador Simón Bolívar, hace casi 200 años, echó a pescozones de esta tierra al Imperio Español.

Que inmoral es este Felipe González cuando pretende devenirse en ángel salvador de los fascistas criollos, pero su prontuario está lleno de hechos de corrupción y negocios sucios, además de sangrientos crímenes de Estado, violatorios de los Derechos Humanos (de los cuales tampoco se enteran las ONGs tarifadas en DD.HH.). Veamos parte de lo que reseña la prensa mundial:

Casos de Corrupción Financiera: durante sus años como presidente del Gobierno español, Felipe González y sus colaboradores más cercanos se convirtieron en “expertos financieros” apoderándose de millones de Euros mediante la evasión de impuestos, pagos fraudulentos, enriquecimiento personal, tráfico de influencias, prevaricación y malversación de fondos. El modus operandi siempre fue el mismo, aprovecharse del poder en beneficio propio. La lista de los casos de corrupción es bien larga y su revisión no tiene desperdicio ni deja de asombrar: Caso Filesa, Caso Flick, Caso KIO, Caso Wardbase, Caso de los Fondos Reservados, Caso Rumasa, Caso Ave, Caso Seat, Caso Casinos, Caso Ibercorp, Caso Urbanor, Caso Sarasola, Caso Urralburu, Caso Bardellino, Caso BFP, Caso Gran Tibidabo, Caso Estevill, Caso Turiben, Caso Salanueva, Caso Expo'92, Caso Roldán, Caso Banesto, Caso Palomino, Petromocho, Caso Naseiro, Caso PSV.

Asesinatos políticos y terrorismo de Estado: durante la presidencia del pretendido neoimpoluto Felipe González, creó y tuvo a su disposición a los denominados Grupos Armados de Liberación (GAL), aparato paramilitar que entre 1983 y 1987 ejecutaron la “guerra sucia” contra ETA, siendo responsables de más de 23 asesinatos (incluyendo “civiles inocentes”), torturas, secuestros, atentados terroristas, operaciones secretas y actividades encubiertas al margen de la ley, bajo la dirección y financiamiento del Ministerio del Interior dirigido por José Barrionuevo. Todos estos crímenes quedaron impunes, sus autores materiales e intelectuales pagaron penas ínfimas o irrisorias. A la actuación de los GAL se le suman actividades criminales paraestatales como: la Operación Mengele, secuestro y experimentación ilegal con sedantes que administrarían a dirigente etarra que planeaban secuestrar; Caso Cesid y Caso Godó, escuchas y grabaciones ilegales practicadas por los servicios secretos españoles a políticos y periodistas.

Entre fascistas te veas. De verdad que el prontuario de Felipe González es tenebroso y vergonzoso. No tiene moral. Aplica la misma impudicia que la derecha criolla: ocultar sus crímenes y que reine la impunidad. Ellos son la misma gente, sapos del mismo pozo. Recordemos que los líderes de los partidos de la extrema derecha venezolana (Primero Justicia y Voluntad Popular) son los mismos que le llevaban los maletines a Carlos Andrés Pérez, Caldera y compañía.

Durante el Caracazo de febrero de 1989, Felipe González no emitió opinión ni dijo ni pio ante la cruenta represión y las miles de muertes de civiles a manos de fuerzas militares. Allí no había Derechos Humanos.Sí salió presto a ofrecerle apoyo financiero a Carlos Andrés Pérez, para con unos humildes 600 millones de dólares "ayudarle en críticos momentos". Pero que más se puede esperar de este Felipe González, si es el mismo que rozagante fue condecorado por la dictadura militar Argentina (con Videla, Massera y Agosti a la cabeza),la misma que fue condenada por crímenes de Lesa Humanidad, por sus más de 30.000 asesinatos y miles de desaparecidos, y que intentaron imponer las “Leyes de Punto Final” y de “Obediencia Debida” para dejar impunes sus atroces delitos. Cualquier semejanza con la nueva “tarea” asignada a Felipe González no es casualidad: liberar a los criminales provenientes de los partidos de extrema derecha, para que sus asesinatos y actos terroristas queden impunes.

La derecha criolla está más hundida y despistada que nunca. Todos sus intentos por derrocar y arrasar violentamente al Gobierno Bolivariano han fracasado estrepitosamente y se han encontrado con un pueblo mayoritario que apuesta por la paz y la tranquilidad del país. Lo más paradójico (y vergonzoso) es que la extrema derecha neofascista debe recurrir a comodines extranjeros para levantar su causa perdida. En Venezuela no tienen ni razón, ni masa, ni fuerza para defender a sus jefes fascistas. Nadie acompaña a los violentos. Por eso, solo les queda contratar lobbies y unas cuantas vedettes que bailen y se contoneen (papel de Felipe González) gritando descarada e histéricamente: liberen a nuestros fascistas, con nuestros asesinos y golpistas no se metan.

**Artículo cedido por el PSUV