El presidente electo de Zimbabue, Emmerson Mnangagwa, ratificó este viernes la transparencia y legitimidad de las elecciones generales realizada el pasado 30 de julio, en las que resulto electo como mandatario con el 50 por ciento del respaldo. 

Mnangagwa negó que se haya cometido algún tipo de irregularidad durante el proceso electoral.

"Mientras que los ojos del mundo nos miraban, organizamos unas elecciones libres, justas y creíbles", reiteró Mnangagwa en referencia a los comentarios del excandidato opositor, Nelson Chamisa, quien cuestionó la legalidad del proceso.

"Esta victoria es un nuevo comienzo para el país (...) aunque hayamos estado divididos en las urnas, estamos unidos en nuestros sueños", dijo Mnangagwa.

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"Zimbabue está ahora abierta a los negocios (...) Queremos dar un salto y alcanzar a otros países en desarrollo", agregó.

Sin embargo, Chamisa insiste en proclamarse como el ganador de los comicios, al tiempo que catalogó el proceso de votación como fraudulento, debido a la falta de revisión exhaustiva de los resultados, por lo que apelará a los entes judiciales.

El pasado 30 de junio más del 80 por ciento del pueblo participó en las elecciones presidenciales para elegir a su tercer presidente desde 37 años del mandato del expresidente Robert Mugabe.