La boxeadora colombiana Yeni Arias le dio otro diploma olímpico a su país, tras caer ante la filipina Nesthy Petecio en los cuartos de final de peso pluma femenino, cuya eliminación se convirtió en una de las historias de vida de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

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Luego de la decisión unánime de los jueces por 5-0 a favor de la filipina, vinieron las declaraciones a los medios y en ellas surgió la historia que conmueve a Colombia.

Arias dijo que salió a pararse ante la filipina pues la conocía y sabía que de esa manera podía ganarle, pero fue sorprendida por la agresividad y el ataque de su oponente.

"Nos equivocamos en la estrategia, no estudiamos a la rival pues ya la conocía, le dimos ventaja”, dijo Arias, quien añadió que su frustración iba más allá del tema deportivo.

“Quería llegar a disputar una medalla para ayudar a mi papá en su intervención quirúrgica”, comentó entre sollozos la colombiana.

De inmediato surgieron comentarios en Colombia y voces de apoyo a la pugilista, que pudo haber peleado por la medalla de bronce que asegura a los deportistas cafeteros un premio en efectivo de unos 90.852.600 de pesos, equivalente a 23.250 dólares.

Por la medalla de plata, el Estado colombiano entrega 127.193.640 pesos (unos 32.613 dólares), mientras que por la de oro son 218.046.240 pesos (56.000 dólares).

Para Arias, ese premio inicial era la posibilidad de apoyar a su padre, quien sufrió un accidente y se fracturó la columna, lo que le impide trabajar.

Ante esta declaración de la atleta, el nuevo ministro colombiano del Deporte, Guillermo Herrera, prometió ayudarla y suplir las necesidades de su familia.

"Sí, estaba muy baja de ánimos, pero ustedes han hecho un sueño realidad en este momento con la promesa de ayudar a mi padre", afirmó la Arias al conocer la noticia.