Sindicalistas del Plenario Intersindical de Trabajadores - Convención Nacional de Trabajadores (PIT-CNT) protagonizaron este miércoles una movilización en Uruguay para protestar contra el presupuesto presentado por el Gobierno. 

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Los trabajadores marcharon por las calles de Montevideo (capital) desde la explanada de la Universidad hasta las inmediaciones del Palacio de Legislativo también para que se anule la  Ley de Urgente Consideración (LUC), una norma de 476 artículos que ha sido rechazada por sindicatos, organizaciones sociales y partidos de la oposición. 

"En el medio de la pandemia aprobaron una ley horrible de urgente consideración que vamos a trabajar y la vamos a anular; en pocas semanas va a haber decenas de miles de firmas ni bien esté el texto", manifestó en su discurso el presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira.

Con respecto a la ley, Pereira también que "no es popular ni atiende los problemas de urgencia de la gente; más bien lo que limita es el derecho a la protesta, al piquete, a la huelga, a la defensa de los más humildes, nos coloca en riesgo nuestra seguridad y atenta contra la educación pública uruguaya".

Cumpliendo las medidas sanitarias, la multitud también condenó enérgicamente los ajustes al presupuesto, dada la intención del Gobierno de que sean los trabajadores y el pueblo quienes compensen los recortes. 

“Que lo pague el que tiene más, no el que gana un salario para poder vivir", refutaron los manifestantes con carteles, a la vez que defendían el derecho a la educación pública, enfatizando en objetar la decisión del Gobierno de “ahorrar” en los recursos presupuestales del sector y otros como la vivienda, y la salud. Además, pidieron mejoras salariales.

Los movilizados reclamaron al Poder Ejecutivo que envíe un mensaje complementario al Senado para evitar que haya recortes en los sectores mencionados. "Si hay recortes, habrá lucha", dijo Pereira durante su alocución. 

El líder sindical también recordó el pedido del PIT-CNT de que se implementara un salario de emergencia para los 300.000 uruguayos que quedaron sin ingresos como consecuencia del desempleo, que se agravó a partir de la llegada de la pandemia de la Covid-19.