El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), advirtió este martes que más de 6.8 millones de etíopes requerirán asistencia humanitaria a mediados del próximo mes de marzo, como consecuencia de tres temporadas de sequía consecutivas en el país africano.

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De acuerdo con el ente, al menos 225.000 niños padecen de desnutrición, mientras que más de 100.000 mujeres en estado gestante necesitan urgente apoyo nutricional, situación agravada por las precarias condiciones derivadas de la sequía, y la ausencia de agua potable.

“El impacto de la sequía es devastador, los niños y sus familias luchan por sobrevivir debido a la pérdida de medios de vida o ganado", precisó el representante de Unicef en Etiopía,  Gianfranco Rotigliano.

En este sentido, el funcionario precisó que los infantes se ven obligados a consumir agua contaminada, lo cual atenta contra su estado de salud debido a que se exponen a diversas enfermedades como el cólera y diarreas, causas principales de fallecimientos en menores de cinco años.

Según estimaciones producto de la sequía, los conflictos bélicos, y la crítica situación económica persistente en la nación africana; al final del año en curso, al menos 850.000 niños estarán desnutridos, principalmente en regiones como Afar, Oromia, y Naciones y Pueblos del Sur.

En paralelo, más de 155.000 infantes abandonaron sus estudios académicos para incorporarse, en conjunto con sus familiares, en la búsqueda de agua potable por el país.

Ante la situación, la Unicef, en coordinación con autoridades locales, brinda la ayuda necesaria para los nacionales más afectados; además el organismo internacional acciona en la rehabilitación de los pozos, envía camiones de cisternas emergentes; así como, inicia el tratamiento médico contra la desnutrición.