El Ejército de Turquía anunció este sábado una nueva ofensiva contra objetivos de las Unidades de Protección Popular (YPG, por su sigla en kurdo), aliados de Estados Unidos (EE.UU.) que operan en el norte de Siria.

A pesar de la negativa del Gobierno sirio, por considerarlo una violación a su soberanía, Turquía decidió atacar la zona norte de la República Árabe para abatir a los combatientes de las YPG, la fuerza armada de los kurdos sirios.

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Los ataques a campamentos de las YPG fueron en "legítima defensa" tras disparos de artillería provenientes de la región de Afrin, controlada por los kurdos, aseveró el Ejército turco mediante un comunicado.

Se estima que el 65 por ciento de la frontera entre Turquía y Siria está controlada actualmente por agrupaciones kurdas ligadas al YPG, acusado por Ankara de ser el brazo armado sirio del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que está proscrito en Turquía. 

En los últimos días, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan mencionó el lanzamiento de una operación terrestre, junto a los sirios aliados de Turquía, para expulsar a las YPG de la ciudad de Afrin.