Ante las acciones de la Justicia de Brasil de negar la posibilidad al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva de lanzarse como candidato a los comicios presidenciales que se realizarán el 7 de octubre, el Partido de los Trabajadores (PT) se vio en la necesidad de buscar una figura que sustituyera a su líder y representante.

De esta manera, se lanzó la postulación de Fernando Haddad, quien cuenta con una amplia experiencia en la política, como ministro de Educación (2005-2012) y como alcalde de Sao Paulo (2013-2017).

Si bien Lula es el líder natural del PT y aglutina una gran cantidad de votos, desde diversos sectores se plantea la interrogante de si Haddad pueda obtener esos votos a a su favor, incluso con la anuencia del expresidente brasileño.

Para el analista político Beto Almeida no existen dudas de que esto pueda ser así, ya que "hay muchos estudios políticos, sociológicos que prueban que hay antecedentes de transferencia de votos", que resultaron exitosos.

Ejemplos en la historia

Casos parecidos al de Lula con Haddad se pueden apreciar incluso en la historia brasileña.

En 1945, Getúlio Vargas, cuatro veces presidente de la historia de la nación (1930-1945 y 1951-1954) y quien contaba con gran respaldo popular, apoyó la candidatura de Eurico Dutra, quien fue su ministro de Guerra.

Dutra resultó electo presidente en 1946, venciendo a la candidatura de la derecha, hasta 1951, momento en el que Vargas consigue ser reelegido nuevamente como mandatario de la nación hasta su muerte en 1954.

Otro caso muy similar fue el de ocurrido en Argentina con la situación de Juan Domingo Perón y Héctor Cámpora.

Ante la prohibición de la candidatura de Perón y de su presencia en el país durante la campaña electoral, Cámpora se presentó a los comicios, en los que contó con el apoyo del exmandatario y venció con el 49, 5 por ciento de los votos.

Posteriormente, Cámpora renunciaría a la Presidencia y asumiría Perón para un tercer y último mandato.

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