Trabajadores de la empresa de telecomunicaciones Ogero, de Líbano, continuaron en huelga este viernes en defensa de mejores salarios y contra el costo de la vida, lo cual generó interrupciones en los servicios telefónicos y de Internet en esa nación de Oriente Medio.

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Medios locales señalaron que al menos seis centrales de la empresa permanecen fuera de operaciones, y alertaron sobre la posibilidad de que los servicios se afecten totalmente y el país quede aislado del mundo en la medida en que empleados de otras instalaciones se suman al paro.

La protesta por tiempo indefinido comenzó el martes pasado, luego de una negociación sin éxito entre los sindicatos y el Ministerio de Comunicaciones. Los trabajadores reclaman un incremento equivalente al 250 por ciento del salario actual, para hacer frente al encarecimiento de los productos básicos tras el desplome de la libra libanesa frente al dólar.

Argumentan que sus salarios actuales no cubren las necesidades básicas, como alimentos, bebidas, medicinas, educación y transporte. De acuerdo con medios de prensa, el salario promedio no supera los 5 millones de libras (147 dólares).

También exigen que los salarios de esta empresa se equiparen a los de empleados de otras compañías del sector. El subsecretario del Sindicato de Empleados de Ogero, Wassim Beida, reclamó que se atiendan rápidamente estas demandas y que todos los trabajadores del sector sean iguales.

La paralización de labores de Ogero desencadenó interrupciones en el trabajo de empresas de otros sectores que dependen de Internet para desarrollar su labor.

Medios locales refieren que además de la crisis económica, iniciada en 2019, el sector de telecomunicaciones hace frente a escasez de combustible y de suministro eléctrico, lo cual obstaculiza el funcionamiento de sus instalaciones.

Ante el déficit de las telecomunicaciones y en el afán de evitar un colapso, en julio pasado las autoridades incrementaron por cinco los precios de los servicios. Según medios de prensa, esta medida agudizó la situación actual e incrementó la paradoja de que las empresas obtengan altos dividendos y sus trabajadores cobren bajos haberes.

Al iniciarse la crisis económica, el Gobierno libanés mantuvo el cambio oficial de 1.500 libras por dólar, pero actualmente alcanza el umbral de los 34.000 libras por dólar.