El presidente de Sri Lanka, Gotabaya Rajapaksa declaró este viernes el estado de emergencia en la nación asiática a causa de una serie de violentas protestas contra la gestión de la crisis económica por parte del Gobierno.

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El mandatario catalogó los hechos de emergencia pública y aseveró que la situación requiere invocar leyes que otorguen a los servicios de seguridad amplia autoridad para detener sospechosos, amparándose en secciones de la Ordenanza de Seguridad Pública.

El pasado jueves cientos de manifestantes se congregaron en las inmediaciones de la residencia del mandatario exigiendo su dimisión, una protesta que terminó con la policía local lanzando gases lacrimógenos, cañones de agua y al menos 52 detenidos.

A raíz de este hecho las autoridades de Sri Lanka decretaron toque de queda en una de las ciudades más importantes de la nación y una de las capitales, Colombo.

Cerca de 11 partidos relacionados con el oficialismo llamaron a Rajapaksa a disolver su Gabinete y formar un Gobierno provisional con el consentimiento de las organizaciones políticas.

La isla ubicada al sur de la india sufre una crisis de divisas causada por el varapalo que ha significado la pandemia de la Covid-19 al turismo, uno de los sectores más importantes de la nación.

El pasado mes de marzo, Sri Lanka anunció que solicitaría un rescate al Fondo Monetario Internacional intentado resolver la crisis de deuda externa y reforzar sus reservas exteriores.

En marzo la inflación superó en cerca de un 19 por ciento a la registrada en el mismo periodo de 2021, mientras que ese mismo factor alcanzó un 30,2 por ciento en los alimentos, según estadísticas oficiales.

Motivo de la crisis económica, Sri Lanka atraviesa una gran crisis energéticas que ha llevado a los esrilanqueses a racionalizar el combustible además de que el pasado jueves aconteció un corte eléctrico de 13 horas catalogado como el más largo de la historia de esa nación.