Ocho años de guerra impuesta en Siria: ¿Cómo se recupera?
La prensa occidental ha impuesto la matriz de una guerra civil en Siria. La realidad es una intervención extranjera que empezó hace ocho años y ha dejado miles de víctimas.
Siria ha sufrido durante ocho años una guerra impuesta por Estados Unidos y sus aliados árabes a través de grupos terroristas. Las consecuencias han sido catastróficas: medio millón de personas muertas, 6 millones de desplazados internos y 5,6 millones de refugiados en el exterior.
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El Gobierno sirio y otros líderes mundiales han denunciado en reiteradas ocasiones que EE.UU. y sus aliados financian, entrenan y otorgan armas a los grupos terroristas como el Frente Al-Nusra y el autodenominado Estado Islámico (Daesh en árabe). El objetivo ha sido derrocar al presidente legítimo Bashar Al-Asad e imponer una "transformación política" en el país árabe a favor de los intereses estadounidenses.
Siria se recupera, pero ¿es el fin?
El propósito de EE.UU. no ha sido logrado, mientras que el Gobierno sirio, con el apoyo de Rusia, ha derrotado a las fuerzas terroristas y restaurado paultinamente zonas del país. Esto ha permitido que 1,4 millones de sirios hayan regresado a sus hogares.
Actualmente, las fuerzas sirias han logrado el control de cerca del 96 por ciento del territorio nacional gracias a su ofensiva antiterrorista.
El especialista en geopolítica, Ángel Molina, explicó que pese a los importantes triunfos del Gobierno sirio para acabar con el terrorismo y la intervención extranjera, el país árabe ahora enfrenterá consecuencias duraderas. Incluso se prevé el debilitamiento militar de esa nación, que podría dejarla vulnerable ante Israel, su enemigo histórico, que es aliado de EE.UU.
La guerra impuesta en Siria ha dejado miles de víctimas y daños en estos ocho años:
- Medio millón de personas fallecidas.
- 6 millones de desplazados internos.
- 5,6 millones de refugiados en el exterior.
- 13 millones de personas necesitan asistencia humanitaria y 5,2 millones de forma urgente.
- Más de dos millones de niños no pueden ir a la escuela, según Unicef.