En septiembre próximo se celebrará la próxima reunión de los tres países garantes del proceso de paz en Siria, conocido como proceso de Astaná, Rusia, Irán y Turquía, según declaró este martes el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.

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La cumbre de Astaná fue creada para abordar la situación siria; la última edición del encuentro se realizó en febrero pasado, en la ciudad rusa de Sochi. Está prevista que esta se haga en Turquía.

Rusia, Turquía e Irán buscan alcanzar un acuerdo beneficioso para todas las partes a través de la iniciativa diplomática conocida como “proceso de Astaná”, que ponga fin a los enfrentamientos e inicie el proceso político y de reconstrucción del país árabe.

El enviado especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Geir Pedersen, recalcó en julio pasado que la situación en la zona de Idlib, al noroeste de Siria, es muy complicada, por lo que espera que la cooperación entre Rusia y Turquía ayude a estabilizarla.

Esta iniciativa trabaja en paralelo con las conversaciones de Ginebra, impulsadas por la ONU, como mediador entre las fuerzas de poder del conflicto.

La participación de Irán, Turquía y Rusia en el díalogo de Astaná son claves para el proceso de paz, según analistas internacionales, antes la acción de países como Estados Unidos (EE.UU.) que no han promovido una solución pacífica, sino que trabajan por sus intereses.