Miles de israelíes protagonizaron este miércoles una nueva jornada de protestas en la ciudad de Tel Aviv (capital), contra la reforma del sistema judicial que propone el Gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu.

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Aunque el pasado lunes Netanyahu anunció que la revisión de la reforma sería aplazada hasta fines del próximo mes de abril para buscar un compromiso con sus oponentes políticos, los disturbios continúan.

Desde hace tres meses los israelíes muestran su rechazo a la medida, tras el anuncio que realizara en enero el ministro de Justicia, Yariv Levin.

El texto aportaría al Ejecutivo el control del comité de nominación de jueces, limitando el poder de la Corte Suprema, incluye una cláusula de anulación mediante la cual una mayoría simple del Parlamento puede revertir las decisiones dictadas por el Supremo, así como el blindaje de leyes de revisión judicial.

La reforma ha ganado detractores incluso dentro del mismo Gobierno, como el exministro de Defensa Yoav Gallant, que el pasado sábado pidió públicamente en la televisión israelí detener la legislación y fue destituido el domingo por el primer ministro.

En esa jornada más de 600.000 israelíes protestaron en distintas regiones del país y grupos de la sociedad civil convocaron una “semana de parálisis” para emprender manifestaciones y paros contra el Gobierno de Netanyahu y su controversial reforma.