Rusia afirmó este martes que estaba llevando a cabo bombardeos masivos en todas las líneas operativas del frente en Ucrania, y acusó a las fuerzas ucranianas de torturar y castigar a civiles.

LEA TAMBIÉN:

Presidente ruso destaca planes económicos en medio de sanciones

"Como resultado de los ataques, las pérdidas diarias de militares ucranianos y combatientes extranjeros superaron las 800 personas muertas y heridas", dijo portavoz del Ministerio de Defensa ruso, teniente general Ígor Konashénkov, 

"Cinco depósitos de cohetes y armas de artillería y municiones fueron destruidos en las áreas de los asentamientos de Pavlovka y Temirovka en la región de Zaporiyiae, Novopol en la República Popular de Donetsk, Velykoye Artakovo y Olenivka en la región de Mykolaiv", dijo.

También se llevaron a cabo ataques en 12 puestos de mando de las Fuerzas Armadas de Ucrania, 47 unidades de artillería y 152 concentraciones de militares y equipos en las regiones de Donestk, Zaporiyia y Nikolaev.

La aviación de las Fuerzas Aeroespaciales Rusas en el área del asentamiento de Ochakov, región de Nikolaev, destruyó un helicóptero Mi-8 de la Fuerza Aérea de Ucrania, dijo Konashenkov. Según él, seis vehículos aéreos no tripulados fueron derribados por medio de la defensa aérea.

"Además, siete cohetes fueron destruidos en las áreas de los asentamientos de Novaya Kakhovka y Kiselevka en la región de Jerson".

"En total, desde el inicio de la operación militar especial, han sido destruidos: 293 aviones, 154 helicópteros, 1944 vehículos aéreos no tripulados, 374 sistemas de misiles antiaéreos, 4900 tanques y otros vehículos blindados de combate.

También 834 vehículos de combate de múltiples sistemas de lanzamiento de cohetes, 3385 cañones de artillería de campaña y morteros, y también 5506 unidades de vehículos militares especiales”, dijo el representante del departamento.

Además, el Kremlin acusó al ejército de Kiev de torturar a los civiles que habitan en los territorios retomados recientemente. 

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que la presidencia rusa contaba con informes procedentes de la región de Járkov según los cuales las fuerzas ucranianas habrían ofrecido un trato "indignante" a los civiles. 

"Se están produciendo numerosas acciones punitivas [...] Hay gente torturada y maltratada", declaró Peskov a la prensa.

Moscú retomó un tono ofensivo y anunció el bombardeo en la región de Járkov, en los sectores de Kupiansk e Izium.

Además, la ofensiva rusa lanzada en febrero continuará "hasta que se alcancen los objetivos", en palabras del portavoz Peskov, quien añadió que actualmente "no hay perspectivas de negociaciones" entre Moscú y Kiev.