El presidente de Rusia, Vladímir Putin, y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, expresaron su mutua preocupación por la escalada de tensiones en la zona de Idlib, al noroeste de Siria, donde los ataques terroristas han dejado numerosas víctimas entre la población civil.

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Durante una conversación telefónica, citada en una nota del Kremlin, los mandatarios enfatizaron la necesidad de implementar de manera estricta los acuerdos bilaterales sobre Idlib que contemplan el incremento de esfuerzos conjuntos para acabar con los extremistas. 

Asimismo, decidieron tomar medidas urgentes entre los ministerios de Defensa para aumentar la eficiencia de la coordinación de sus acciones en el país y ratificaron el apoyo al diálogo en el marco del Comité Constitucional en Ginebra (Suiza).

Pese al rechazo del Gobierno sirio a la presencia de tropas extranjeras en su terroritorio, que no hayan sido autorizados por ellos,  las autoridades de Turquía han reiterado que se mantendrán en el lugar ante la continuidad de ataques de los grupos terroristas en la zona.

En este sentido, un documento del gobierno turco detalla que "el presidente subrayó que Turquía continuará utilizando de manera más dura su derecho a autodefensa de estos ataques".

Otro aspecto tratado en el diálogo fue el acuerdo sobre Libia, respecto al cual subrayaron la importancia de observar el régimen de cese de hostilidades establecido en el país desde el pasado 12 de enero e implementar los resultados de la Conferencia Internacional de Berlín del 19 de enero.

Como parte de la conversación telefónica, Putin y Erdogan igualmente abordaron las relaciones bilaterales entre Rusia y Turquía, ratifica una nota del Kremlin.