El viceministro de Defensa ruso, Alexánder Fomin, informó este lunes que la  desconexión masiva de las instalaciones de suministro de energía en Venezuela son parte de una operación minuciosamente planificada por Estados Unidos (EE.UU.). 

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Formin indicó que EE.UU. no detendrá su presión contra el Gobierno del país sudamericano liderado por Nicolás Maduro, con el fin de agravar la situación que vive la nación. "Está en  marcha una operación llamada 'Blackout'. Se trata de un cierre planificado y artificial de instalaciones energéticas, que también afecta negativamente a la atmósfera en el país y sólo hace agravar los problemas existente, principalmente la situación económica".

Se prevé que Cuba y Nicaragua sean las siguientes víctimas de Washington, aseveró el funcionario ruso que remarcó que “hay un completo desprecio y violación de las normas del derecho internacional”.

Dijo que la "opción de fuerza que EE.UU. tiene preparada y con la que asusta a todos no resulta beneficiosa para Washington, porque puede unir más a la población en torno al Gobierno venezolano". 

Indicó que ante los posibles ataques, el actual Gobierno venezolano  controla la situación,  "las fuerzas armadas están listas para repeler la agresión externa. Apoyamos a Venezuela en el marco de la cooperación técnico-militar, en términos de restauración de armas y equipo militar".

Una serie de apagones en Venezuela, que iniciaron desde el pasado 7 de marzo, han interrumpido la vida cotidiana de los residentes del país, ante estos, el Gobierno venezolano ha responsabilizado a EE.UU. indicando que el saboteo al servicio eléctrico de la nación está planeado para derrocar al Gobierno nacional.