Un total de cuatro palestinos resultaron heridos este lunes, y al menos otro fue detenido como parte de un nuevo episodio de represión israelí en diferentes territorios de la Cisjordania ocupada.

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Medios locales detallan que al oeste de la ciudad cisjordana de Ramallah, las fuerzas de ocupación asaltaron la aldea de Nilin, y como consecuencia del enfrentamiento con jóvenes, tres de estos fueron heridos con balas reales; en tanto un cuarto fue apresado, luego de que allanaran su vivienda.

La Media Luna Roja palestina informó en tal sentido que los heridos fueron trasladados de inmediato a un hospital, desde donde se notificó que su estado es estable.

Mientras, en la localidad de Kafr Allabad, al este de la también ocupada Hebrón, en la propia Cisjordania, un médico fue impactado por un proyectil disparado por las fuerzas sionistas mientras intentaba asistir a otras personas que sufrían asfixia producto de los gases lacrimógenos lanzados por los uniformados.

El galeno de 70 años de edad fue identificado como Adnan Mahfouth y la bala recubierta de goma le impactó en el cuello, en medio de los enfrentamientos producidos en dicha aldea.

Con anterioridad, este domingo ya se habían reportado otros cinco palestinos heridos y tres apresados durante una redada practicada al campo de refugiados de Jalazon, al norte de Ramallah, lo que da fe del aumento de la represión y violencia por parte del régimen sionista en esa zona de la Cisjordania ocupada.

Por su parte Coalición de Medios Palestinos registró 78 actos de violaciones israelíes contra periodistas en cumplimiento de sus funciones en la Palestina ocupada solamente durante el pasado mes de abril, entre ellos 13 que sufrieron impactos de balas reales, y otros seis empleados como escudos humanos.

A lo que se sumaron detenciones, ataques con botes de gas lacrimógeno, tortura psicológica, así como la prohibición de cobertura y labor periodística, asaltos, allanamientos a sus viviendas, y destrucción de bienes y propiedades; todo con la intención de obstaculizar los crímenes perpetrados por la ocupación israelí contra la población civil palestina.

En ese contexto de brutalidad, la Cancillería palestina censuró el hecho de que Israel no tiene presión ninguna para rendir cuenta de sus crímenes ante los diferentes mecanismos internacionales, por lo que continúa maltratando impunemente a ese pueblo.