"No aceptaremos la exigencia de Rusia de llevar a cabo una investigación conjunta del ataque en Salisbury" contra el exespía Sergéi Skripal y su hija Yulia, aseveró el representante de Reino Unido en la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), John Foggo. 

El funcionario británico argumenta que su país, "apoyado por muchos países, concluyó que es 'altamente probable' que las autoridades rusas son responsables por el ataque y no existe otra explicación verisímil" sobre el envenenamiento. 

Foggo realiza estas declaraciones pese a que este martes el laboratorio de Ciencia y Tecnología de Defensa de Porton Down dio a conocer que no logró identificar el origen de la sustancia utilizada en el ataque del que culpan a Rusia. 

Entretanto, el representante permanente de Moscú ante la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Alexánder Lukashévich, aseguró que Reino Unido deberá pedir disculpas a su nación por las acusaciones en torno el caso Skripal. 

"Estoy seguro de que ellos (Reino Unido) tendrán que pedir disculpas. Porque ahora las versiones no corresponden con lo que la primera ministra y (el ministro de Exteriores) Boris Johnson declararon en el Parlamento, y muchos entienden que se trata de una provocación a gran escala por la que habrá que responder", afirmó el funcionario ruso. 

Pese a las numerosas acusaciones de autoridades británicas, la Cancillería de esta nación borró el tuit en el que aseguraba que el agente nervioso usado e identificado como Novichok provino de Rusia. 

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"El análisis realizado por expertos de nivel mundial en el Laboratorio de Ciencia y Tecnología de Defensa de Porton Down dejó claro que era agente nervioso de grado militar Novichok producido en Rusia", se leía en la publicación. 

Las tensiones entre ambas naciones se incrementan, especialmente, luego de que Reino Unido, Estados Unidos y otra decena de naciones decidieran expulsar a los diplomáticos rusos por el caso.