Activistas en Escocia han ocupado desde hace cuatro días el espacio frente al Parlamento escocés en demanda de un embargo de armas contra Israel y el reconocimiento del genocidio en el que el Reino Unido es cómplice, derecho a protestar y protección del derecho a boicotear.

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Después de Berlín, capital alemana, y Nueva Orleans en Estados Unidos, este es el tercer campamento solidario con Palestina que se establece fuera de los espacios académicos en el mundo.

Los activistas han pedido al Gobierno de Escocia que reconozca el genocidio israelí en Gaza, del que Londres es un cómplice, y han solicitado al Ejecutivo que respete el derecho a las protestas y permita al pueblo boicotear al régimen sionista.

Desde hace cuatro días, numerosos manifestantes han iniciado una huelga de hambre sin fin, tomando como inspiración las huelgas de hambre de los estudiantes graduados de la Universidad Yale en los Estados Unidos (EE.UU.) la semana pasada, la grave hambruna en Gaza y la larga tradición de estas huelgas como medio de resistencia de los prisioneros palestinos.

A mediados de abril, un grupo de estudiantes estableció campamentos en la Universidad Columbia de Nueva York, lo que provocó una ola de activismo nacional en solidaridad con Palestina que azotó las universidades de EE.UU. En el campus universitario, la policía irrumpió y arrestó a más de un centenar de jóvenes, lo que generó una ola de solidaridad en otros centros educativos en ese país y posteriormente se propagó a otras naciones.

A pesar de los arrestos y el uso de violencia, como el uso de pistolas Taser y gases lacrimógenos, cada vez más estudiantes en EE.UU. se unen a las movilizaciones. Más de 900 universitarios han sido arrestados en todo el país estadounidense hasta el momento.