Cuando restan dos semanas para las elecciones presidenciales de Estados Unidos el 3 de noviembre, la cuestión del financiamiento al Departamento de Defensa continúa generando preocupaciones en el electorado.

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De acuerdo con la analista Carly Towne de Code Pink, “casi no ha habido cobertura sobre la posición de los candidatos en cuanto al recorte del enorme presupuesto del Pentágono, el cual se eleva a 740.000 millones de dólares”.

Para Towne, extraña esa falta de atención mediática, cuando los venideros comicios decidirán quién será el próximo comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos.

“Si bien Donald Trump se ha presentado a sí mismo como el candidato que quiere poner fin a las guerras interminables; y el bando de Joe Biden incluye la discusión sobre el gasto militar en la plataforma del Comité Nacional Demócrata; aumentar el presupuesto militar ha sido un tema que se ha quedado congelado en ambos partidos en Estados Unidos”, dijo la analista.

“A pesar de las narrativas que afirman que el Gobierno está tan estancado por el partidismo que simplemente no pueden hacer nada, tanto demócratas como republicanos han demostrado una y otra vez que cuando se trata de entregar mas y mas dinero a los militares y a los especuladores de la guerra, pueden hacerlo”, agregó.

Towne consideró que, amén de quién sea el candidato ganador, la presión sobre los funcionarios no podrá cesar. “Si vamos a abordar las amenazas muy reales de la Covid-19 y el cambio climático debemos desfinanciar el Pentágono e invertir en nuestras comunidades”, concluyó.