El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, condenó este domingo los enfrentamientos entre las hinchandas del club Motagua y Olimpia sucedidos el sábado, donde fallecieron cuatro personas, y varias resultaron heridas, entre ellas tres jugadores del Motagua.

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El mandatario hondureño indicó a través de un comunicado que el acto de violencia, "no va a quedar impune". 

De acuerdo al comunicado, JOH ordenó a las fuerzas de seguridad "capturar a los actores de estas muertes y agresiones que han llenado de dolor y luto a toda la nación y al mundo deportivo". 

Hernández expresó a líderes del fútbol y a medios de comunicación hondureños, que estos "actos reprochables no tienen espacio en la convivencia ciudadana, menos en eventos deportivos.Todos debemos hacer nuestra parte. Honduras debe sacar a terroristas del fútbol", subrayó. 

La Policía hondureña anunció este domingo una recompensa de 14 mil 300 dólares, a quien proporcione datos e información que lleve a la detención de los responsables de las muertes. 

De acuerdo al  Comisionado hondureño de los Derechos Humanos, Roberto Herrera, medio centenar de personas han muerto en enfrentamientos entre hinchas de equipos de fútbol de Honduras entre 2003 y lo que va de 2019.

Herrera afirmó que la mayoría de estas muertes están sin resolver en la justicia por la falta de investigación de las autoridades hondureñas.

El autobús del equipo Motagua fue atacado el sábado supuestamente por aficionados del club Olimpia antes del clásico capitalino entre los dos equipos, lo que dio paso a un enfrentamiento en las cercanías del Estadio Nacional de Tegucigalpa. 

El defensor paraguayo Roberto Moreira, el portero argentino Jonathan Rougier y el lateral hondureño Emilio Izaguirre, todos del Motagua, resultaron heridos en el ataque, y cuatro personas murieron tras el enfrentamiento entre hinchas.