Los ataques realizados en los últimos años en la región Guta Oriental al este de Damasco, Siria, ha afectado a más de 400.000 familias tras los bombardeos perpetrados por grupos terroristas como el Frente Al-Nusra (financiado por el Gobierno turco y Qatar) y el autodenominado Estado Islámico (Daesh , en árabe), quienes reciben financiamiento de Estados Unidos, y por otros grupos opositores locales como el Gaylaq al-Rahman y Yeish al- Islam por ser una zona estratégica.

Guta oriental ha intentado ser ocupada por los grupos extremistas respaldados por Israel y otras potencias (Estados Unidos, Turquía y Qatar), por razones geoestratégicas, ya que es una vía hacia los yacimientos de gas y petróleo más grandes de Siria.

Sin embargo, el Gobierno sirio ha mantenido una ofensiva para recuperar el territorio, tanto que hasta la Organización de las Naciones Unidas aprobó un cese al fuego para la llegada de ayuda humanitaria al país árabe.

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