La licencia de construcción otorgada por el Gobierno del presidente de Perú, Martín Vizcarra, a un proyecto minero, además de tomarse como un “acto de traición”, fue rechazada por miles de peruanos debido a que pone en riesgo de contaminación sus cultivos y recursos hídricos.

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Poblaciones de distintas regiones del sur de Perú iniciaron ayer lunes un paro indefinido para rechazar la imposición de la mina de cobre denominada Tía María, a cargo de la empresa Southern Copper Corporation, del Grupo México.

El Gobierno peruano defiende el proyecto, que contempla una inversión de mil 400 millones de dólares, y además porque detonaría más proyectos que darían empleos a la población.

¿Qué está en riesgo?

Sin embargo, los habitantes de la provincia Islay, en la región de Arequipa, a unos 950 kilómetros al sur de Lima, donde se ubicaría la mina, rechazan tajantemente el proyecto.

Los líderes sociales de Islay afirman que el proyecto minero pone en riesgo más de 13 mil hectáreas de cultivos que abastecen de alimentos a cuatro millones de peruanos.

Además, alegan que podría darse la contaminación de los recursos hídricos con que cuenta la región.

La empresa, que desde hace casi una década intenta poner en marcha la mina, ha señalado por su parte que, con el objetivo de no usar agua de la región, construiría una planta de desalinización.

Ante el inicio del paro indefinido en la provincia de Islay, donde protestas registradas en años pasados han dejado al menos seis muertos, el Gobierno de Vizcarra envió un contingente de 400 policías.

"No vamos a dialogar, queremos la presencia del presidente Vizcarra con la anulación del proyecto", afirmó el alcalde de Cocachacra, Luis Cornejo.

El sector minero para Perú -el segundo productor de cobre a nivel mundial- significa el 60 por ciento de sus exportaciones.