Hace 81 años fue la nacionalización de Petróleos Mexicanos (Pemex) y el país enfrentó un gran reto de soberanía económica. En la actualidad, la empresa vuelve a ser el objetivo número uno del Gobierno, esta vez por ser la petrolera más endeudada del mundo, con casi cinco años de caída en la producción de crudo y falta de inversión en infraestructura.

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El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), asumió este reto apenas inició su mandato el 1 de diciembre de 2018. Para ello presentó un plan fiscal con el que prevé recuperar la empresa con una inversión de 5.200 millones de dólares.

"La inyección directa de capital reducirá las necesidades de financiamiento de Pemex y proporcionará liquidez adicional para apoyar el programa de inversión de la empresa", explicó una presentación de la petrolera entregada a inversionistas.

En 2019, gracias al apoyo decidido del @GobiernoMX, #Pemex ���� podrá invertir 36% más y sin contratar un solo peso de deuda pic.twitter.com/Oa9b6NA1uo

— Petróleos Mexicanos (@Pemex) 15 de febrero de 2019

Así es el plan para Pemex

- Reducir carga tributaria y capitalización

El Gobierno de López Obrador comprometió 1.300 millones de dólares para una capitalización que está incluida en el presupuesto federal del año en curso. También destinará una ayuda fiscal  en reducción de impuestos por 600 millones de dólares en todo este año.

Asimismo, el plan para recuperar Pemex contempla una monetización de pagarés del pasivo laboral por 1.800 millones de dólares para 2019. Mientras tanto la empresa ya recibió un primer pago de efectivo en enero, por unos 360 millones de dólares, monto que será pagado cuatro veces más: 20 de febrero, 20 de marzo, 17 de abril y 20 de mayo.

- Robo de combustible

Con el plan fiscal se espera frenar hasta en 80 por ciento las pérdidas por el robo de combustible, que ha sido crítica en los últimos seis años, durante el mandato de Enrique Peña Nieto.

De esta forma, el Gobierno de López Obrador estima ingresos adicionales por unos 1.600 millones de dólares. De hecho, desde diciembre de 2018 se han ahorrado alrededor de 260 millones de dólares. Este delito le ha costado a la petrolera 3.350 millones de dólares solo el año pasado.

Con esos 1.600 millones de dólares, Pemex buscará perforar un total de 150 pozos de desarrollo, que añadirían hasta 150.000 barriles diarios a la plataforma nacional de extracción de crudo.

- Inversión en refinerías

López Obrador planea una inversión total de 3.700 millones de dólares para rehabilitar las seis plantas y la construcción de una nueva, en Dos Bocas, Tabasco, en las costas del Golfo de México.

La nueva refinería se tardaría alrededor de tres años en ser construida, pero podría producir hasta 340.000 barriles diarios, casi 40 por ciento de las necesidades del país. Actualmente, México consume unos 800.000 barriles de gasolinas y otros productos refinados al día, de los cuales importa 600.000 barriles diarios.

��Romero Oropeza resaltó que con respecto al año 2018, la inversión en #Pemex ���� aumentó un 41% #RescatemosPemex ����#ExpropiaciónPetrolera pic.twitter.com/5xmWvzzVxK

— Petróleos Mexicanos (@Pemex) 18 de marzo de 2019

- Deuda

Pemex tiene una deuda de 103.000 millones de dólares que vence en el futuro cercano, siendo una de las petroleras más endeudadas del mundo. El motivo del endeudamiento es que sus pasivos equivalen al 97 por ciento de sus activos, esto se traduce en la necesidad de más de 10.000 millones de dólares en financiamiento este 2019 para revertir esta tendencia.

Por ello, en los tres primeros meses de 2019, Pemex no acudirá a los mercados financieros para evitar contratar más deuda. Además, la petrolera espera comenzar a aumentar la producción de crudo que se derrumbó de 3,4 millones de barriles diarios en 2004 a 1,8 millones de barriles diarios en 2018. López Obrador tiene como meta elevarla a 2,4 millones para 2024.