Sectores sociales y políticos exigieron al presidente de Colombia, Iván Duque, garantizar la seguridad y cesar la ola de asesinatos y masacres contra jóvenes, niños, líderes sociales, reincorporados y pueblos originarios. 

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"La indiferencia de un Gobierno que obliga a nuestros jóvenes a vivir en un país sin alternativas, educación, empleo y seguridad. Gobierno que guarda silencio, permitiendo que sean señalados, reprimidos y masacrados", aseveró el senador Feliciano Valencia.

Por su parte, el Consejo Regional Indígena del Cauca – CRIC exige al Ejecutivo colombiano garantizar la vida de sus miembros, así como a respetar los derechos de la madre tierra, "denunciamos que existe un plan de extermino orquestado desde el Gobierno Nacional para no cumplir con la devolución de las tierras de pertenencia etnia del Territorio Ancestral Indígena de Corinto", acota.

"Ya no queremos que nuestros jóvenes sean la imagen de campañas para aquellos candidatos y ahora electos representantes de Gobierno que ilusionan y presumen con sus mentiras diciendo que el diez por ciento de nuestros jóvenes serán parte de las nóminas en las entidades nacionales", agregó un comunicado de la Fuerza Alternativa Revolucionaria de Común (FARC).

Asimismo, el excandidato presidencial y actual senador, Gustavo Petro, repudió los asesinatos sistemáticos contra los adolescentes e hizo referencia a la masacre en Nariño, "solo porque eran universitarios, solo porque estaban reunidos, solo porque eran jóvenes Por eso los mataron", sostuvo.

El delegado del partido al Consejo Nacional de Reincorporación, Pastor Alape Lascarro, expresó en su cuenta en Twitter que "la Fuerza Pública no puede revictimizar a los jóvenes masacrados en Samaniego. El Estado debe velar por el bienestar de la juventud, no darle tratamiento de enemigo interno ni estigmatizarla".