La represión de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) a una nueva jornada de la Gran Marcha del Retorno, dejó este viernes más de 50 ciudadanos palestinos heridos en la Franja de Gaza.

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El ministerio de Sanidad del enclave cifró el total de personas heridas en 56, 38 de ellas hospitalizadas por impactos de munición real, y otras varias intoxicadas por gases lacrimógenos.

En la semana 68 de protestas consecutivas, unos 4.000 palestinos se manifestaron en distintos puntos a lo largo de la valla fronteriza entre Gaza y los territorios ocupados por el régimen de Israel.

Allí entonaron consignas en solidaridad con los habitantes de Al-Quds (Jerusalén) que vieron sus casas demolidas la semana pasada por el Ejército israelí, y rechazaron el autodenominado "Acuerdo del Siglo" impulsado por Washington, que consideran "liquida la causa palestina".

En este marco, manifestantes lanzaron piedras contra los soldados israelíes apostados en los puntos estratégicos de la frontera, que respondieron con disparos de balas de goma y munición real para dispersar la protesta.

Desde el 30 de marzo de 2018, todos los viernes de manera ininterrumpida el pueblo palestino reivindica su derecho a la legítima resistencia contra la continua expropiación, colonización y ocupación de su territorio por parte del régimen de Israel.

Según cifras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) las fuerzas de ocupación israelíes se han cobrado la vida de más de 300 palestinos entre ellos niños, mujeres, periodistas y paramédicos desarmados, e hirieron a unos 35.000 en la represión de las manifestaciones.