La Organización de Naciones Unidas (ONU) pidió al Gobierno de Israel permitir la entrada de combustible de emergencia a Gaza, pues de lo contrario Tel Aviv estaría violando los derechos de los palestinos.

Según la Organización, en la Franja de Gaza se necesitan aproximadamente 60 mil litros de combustible urgente para hospitales, redes de agua y saneamiento puedan funcionar con normalidad.

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La medida tomada por Israel, el pasado 2 de agosto, pone en peligro el bienestar de dos millones de personas, la mitad de ellos niños.

El coordinador de Asuntos Humanitarios (OCHA), Jaime McGodrick, explicó que lo que está haciendo Israel con el pueblo palestino es inaceptable, ya que constantemente los está privando de los elementos básicos para tener una vida digna.

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McGoldrick señaló que 1,2 millones de palestinos podrían terminar inundado por las aguas residuales de la planta de tratamiento de Gaza, mientras que cinco hospitales pueden ser cerrados en los próximos días si no llega combustible.

Las medidas de Israel de seguir sitiando a Gaza también ponen en peligro a más de dos mil pacientes, debido a que sus vidas dependen del buen funcionamiento de los equipos eléctricos.

Israel justifica el que miles de personas estén en riesgo gracias a la falta de combustible señalando que la medida es una respuesta a las cometas incendiarias lanzadas desde Gaza durante la Gran Marcha del Retorno.